Bancos, supermercados y el mismo Metro, en especial su línea 6, sin conductor, parecieran hoy los ejemplos más visibles de un Chile que entró a la era digital. Una transformación -incluidos robots- de la cual ninguna empresa se quedará al margen, como lo destaca el presidente para Sudamérica de Korn Ferry Hay Group, Carlos Martins.
Y aunque este proceso será distinto para cada tipo de compañía, el ejecutivo de la consultora multinacional asume que “va a generar otro problema, como sucedió en el pasado, donde las personas van a tener que cambiar sus tareas”. Sin embargo, advierte: “No significa el fin de su trabajo, sino que van a tener que realizar otros”.
- ¿Qué beneficios tiene para los trabajadores este cambio en las empresas?
- Creo que a todos nos gusta aprender, tener más conocimientos y hacer otras tareas. Entonces, yo veo que la transformación digital es la oportunidad de desarrollar otras habilidades, de trabajar con otras personas, y realizar distintas tareas.
Esto es una buena oportunidad, pero debemos prepararnos. Las empresas deben preparar al personal, tienen que tener un plan de cambio, de lo que va a pasar, saber cuáles serán las nuevas tareas, las que ya no se realizarán, cuales son las nuevas herramientas y habilidades que se necesitarán.
- ¿Hoy los trabajadores tienen la capacitación?
- Cada persona tiene potenciales y habilidades diferentes. Entonces identificando el potencial de cada uno va a desarrollarlo de distinta forma. Ahora, las empresas están comprendiendo qué es la economía digital y qué es transformación digital para ellas. Una vez comprendido, se buscan las habilidades y el potencial de los profesionales.
En más del 50% de los clientes con los que trabajo ya lo están haciendo: identificando el potencial y desarrollando a los profesionales.
- ¿Se podría pensar que habrá un porcentaje en la mejora de las compensaciones en aquellos profesionales que desarrollen otras habilidades o tengan potencial?
- Lo que vemos es que la remuneración no es más que solo por el cargo. Ahora la remuneración está cambiando de acuerdo a la contribución de cada colaborador (...) Creemos que puede haber dos cambios. En primer lugar, las organizaciones tendrán que remunerar individuos de una forma diferenciada. Esto no siempre quiere decir pagar más, muchas veces será pagar de forma distinta o con componentes distintos, ejemplo, beneficios diferenciados, más flexibilidad, reconocimiento por proyecto. Y en segundo lugar, veremos una remuneración cada vez más individualizada, buscando responder a lo que más valora cada empleado, pero con tecnología para apoyar el manejo u administración.
- Parece que son muchos los aspectos que las empresas deben atender, ¿qué sería lo primero y dónde enfocarse para ser exitosos?
- En primer lugar, la empresa debe comprender cuáles son las transformaciones digitales por las que tiene que pasar, no son todas. Hay que tener prioridades.
Una vez que las empresas tienen clara su prioridad y sepan dónde van a invertir en cuanto a transformación digital o economía digital, van a necesitar de grupos específicos más ágiles para hacer la transformación.
En segundo lugar, necesitan al mismo tiempo desarrollar a las personas. Las empresas no tienen a todas las personas preparadas para toda transformación digital, porque no se sabe hasta dónde va. La transformación está recién empezando. Acá no hablo solo de habilidades técnicas, sino también de comportamiento.
- Como no se sabe hasta dónde va la tecnología, el desarrollo de las personas debe ser constante.
- Sí, tenemos que estar siempre desarrollando a las personas.
- ¿Qué pasa con las empresas que no entienden este cambio? ¿Van a desaparecer?
- Hay muchos estudios sobre este tema. Cuando analizamos a las 500 empresas más grandes del mundo según el ranking S&P 500 desde 2006 hasta 2016, en 10 años el 50% de las empresas que lo conformaban ya no existen. Hay un estudio que indica que desde hoy hasta el año 2025, el 75% de las empresas que estarán en S&P 500, son empresas que hoy aún no están allí.
Entonces, no digo que se acabarán, pero sí cambiarán. Las empresas del futuro, las más grandes del mundo, en 10 años no serán las mismas: más del 50% serán empresas que aún no conocemos.
Legislación al día
- ¿Qué pasa desde la perspectiva de la legislación? En Chile la reciente reforma laboral fortalece los sindicatos, pero según los expertos no incorpora flexibilidad.
- Indudablemente, nuevas formas de trabajo van a aparecer y algunas de ellas no van a estar en línea con la legislación actual de cada país. Si las personas comprenden que la nueva forma de trabajo va a ser el futuro, los gobiernos van a tener que adaptar la legislación para las formas laborales emergentes, acorde con la actualidad. Ya vemos países haciendo eso.
- ¿Como cuáles?
- Como la reforma laboral de Brasil, la que ahora permite trabajo desde la casa, permite mayor flexibilidad, el acuerdo entre la persona y la empresa prevalece sobre otras legislaciones, y otros factores. Aún no se sabe cómo resultará, pero hay un cambio. Hoy no se trabaja solo ocho horas en la oficina, todos tenemos email en el teléfono, y muchas cosas están cambiando, y algunos países se están adaptando a estos cambios.