Horas antes que llegara hasta la residencia del presidente electo, Sebastián Piñera, el exmandatario Ricardo Lagos analizó en entrevista con el diario El País la aplastante derrota que sufrió en las urnas el candidato del oficialismo, senador Alejandro Guillier.
"Esta es una derrota muy profunda que obliga a un repensar muy profundo", dice el exgobernante, destacando que en las pasadas elecciones "hemos visto una coalición de derecha homogénea como pocas veces en la historia".
Sobre dónde radica el origen de la derrota oficialista, el exmandatario admite que "es una mezcla de aquello", en alusión a las alternativas incluidas en la misma pregunta: la Nueva Mayoría, la división de la coalición o la propia candidatura.
Pero de inmediato agrega: "Podría responder con una frase mía, que la dije en abril, cuando bajé mi candidatura: 'He puesto todo mi empeño en llevar este mensaje a los chilenos. Pero debo admitir que en mi propio espacio político, la centroizquierda, no se ha producido una convergencia en torno a este proyecto, seguramente porque no todos compartimos el mismo sentido de urgencia ante la amenaza de una dispersión estratégica de las fuerzas progresistas y una ola de restauración mercantilista y conservadora que puede durar muchos años'".
Lagos también desestima la supuesta responsabilidad de la presidenta Michelle Bachelet en el resultado de la elección, enfatizando que "no creo que sea un deber del presidente trabajar por la sucesión, sino por el bien del país" y asegura que la mandataria "tiene razón cuando dice que buena parte de esas transformaciones ahora la derecha las hizo suyas", como la gratuidad en la educación superior.
Requerido sobre si coincidía con quienes en el oficialismo califican el resultado de la presidencial como una derrota electoral, pero no política, el exmandatario aclara en un tono que parece tajante: "No, no, no. Las derrotas son derrotas. Esas sutilezas son buenas para una declaración, pero no es real. Esta es una derrota muy profunda que obliga a un repensar muy profundo. Y claro, entiendo la frase tan manida que las derrotas no tienen dueños y que las victorias tienen muchos dueños. Sé lo que es eso. Lo he vivido".
Por lo mismo, cuando aborda el tema de las responsabilidades de la derrota, la que en todo caso ya asumió el mismo Guillier, el expresidente se limitó a hacer un recuerdo: "¿Qué pasó cuando perdió el presidente Frei en 2009? Él llegó a reconocer su derrota, se iba a retirar del escenario y pidió que lo acompañáramos el presidente Patricio Aylwin y yo. Y yo hablé y dije con fuerza de que teníamos que tener confianza en que en el futuro íbamos a seguir juntos. Yo no entiendo cómo el domingo pasado no hablaron los que tenían que hablar, pero esa es cuestión de cada uno".
Por último, consultado por el nacimiento del Frente Amplio, Lagos destaca que ellos "tienen ahora una responsabilidad distinta. Van a tener una bancada que incide en el parlamento de Chile, entonces habrá que analizarlo a partir de eso". Y junto con reconocer que tiende a "simpatizar mucho con lo que plantea el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp", admite que es muy pronto para evaluar la profundidad del joven movimiento y que "hay que ver cómo se comportan, porque hemos visto que hay muchas respuestas distintas. Ellos mismos no fueron capaces de tener una definición sobre el tema presidencial".