Con la inquietud instalada en el oficialismo de que el débil crecimiento de la economía podría complicar el cumplimiento de las promesas de Michelle Bachelet, tras el comité político de ayer, tanto el discurso de La Moneda como el de los presidentes de partido de la Nueva Mayoría, apuntaron en una sola dirección: que los recursos para las reformas están garantizados.
“El programa sigue su marcha, porque eso es lo que hace un gobierno que cumple con su palabra”, afirmó el vocero de palacio Marcelo Díaz.
Si bien con la intervención del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, habría quedado claro que las transformaciones comprometidas este año en materia laboral y educacional no sufrirían modificación alguna, también quedó esbozado que en la elaboración del Presupuesto para 2016 el gobierno enfrenta su escenario más complejo, dadas las bajas proyecciones de crecimiento.
Es ese debate -que se iniciará en julio- el que siembra preocupación en el oficialismo, ya que si algo está claro es que la agenda que se elabore para el próximo año contará con compromisos y políticas menos ambiciosas que las desplegadas hasta ahora por Bachelet.
Por ese motivo, el gobierno hizo un llamado a los timoneles del bloque a contener las expectativas ciudadanas, a no comprometer nuevos temas ni adelantar medidas para el próximo año.
“Cuando hay demandas sociales que van más allá de lo que está establecido en un programa, se corre el riesgo de creer que hay más recursos de los que realmente existen. En ese sentido, ha habido un buen sinceramiento por parte del ministro de Hacienda”, dijo el presidente de la DC, senador Jorge Pizarro.
Algunos timoneles evidenciaron cierta confusión respecto de la situación fiscal y de las platas disponibles. El vocero de la coalición y presidente del PC, diputado Guillermo Teillier, manifestó que “plata para las reformas, hay. Para el cumplimiento total del programa, también, pero tendrá que verse. No me atrevo a dar ningún dato, el ministro de Hacienda tendrá que decir”.
De todos modos, desde Hacienda les habrían asegurado que el panorama se está estudiando en profundidad y prontamente se abordará el tema con la coalición. De hecho, dentro de la próxima semana debería concretarse una reunión de los dirigentes oficialistas y el ministro Valdés, tras la petición formal que hace una semana le hicieron los partidos.
“Discutimos de las distintas restricciones que existen y eso involucra el compromiso con seguir siendo responsable”, dijo escuetamente Valdés ayer tras la cita en palacio.
Aunque ayer no se entró en el detalle de cómo se estructurarán las partidas en 2016, las colectividades están expectantes a la propuesta que presentará Hacienda en la materia. Y es en ese documento donde las prioridades de La Moneda para el resto del período presidencial quedarían claramente establecidas, según manifestaron en la NM. Algunas medidas contempladas en el programa ya habrían sido descartadas por Valdés, como es el caso de la reforma previsional. Dicho debate, si bien quedará enunciado, pasaría a formar parte de las tareas de un próximo gobierno.
Petición de sinceramiento
El tema ha causado divisiones al interior de la Nueva Mayoría, sobre todo luego de que la presidenta del PS, Isabel Allende, manifestara el fin de semana que el gobierno deberá priorizar las tareas que estipula el programa, ante un adverso escenario en que el Estado recauda menos de lo esperado. La palabra “priorizar” no cayó bien en algunos de sus pares, pues fue interpretada como una propuesta por cumplir parcialmente con los compromisos de gobierno.
Sentada a la mesa con Valdés, la dirigente volvió a plantear su inquietud, en tanto que el presidente del PR, Ernesto Velasco, le solicitó a Valdés un sinceramiento de las finanzas públicas.
Con miras a las municipales
En privado, hay dirigentes de la coalición que expresan preocupación por las eventuales medidas de ajuste fiscal por las que optaría La Moneda. Ello, porque una agenda 2016 con compromisos más acotados se desplegaría de cara a las elecciones municipales.
En esa línea, Alejandro Navarro, presidente del MAS, afirmó que “hay que evaluar medidas de endeudamiento. El axioma es que el que gana las municipales gana la presidencial. Por lo tanto, un ajuste ahora sería un error, no hay que hacer populismo, pero tampoco un autogol”.