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Subsidios, reducir impuestos y más gratificaciones: las vías de los presidenciables para aumentar ingresos

El abanico de ideas contempla desde dar continuidad a los aportes estatales actuales a reducir el IVA para personas de bajos ingresos. También se plantea reajustar el sueldo mínimo a una nueva línea de la pobreza que considere las necesidades básicas de una familia.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Miércoles 25 de agosto de 2021 a las 04:00 hrs.
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Una de las herencias de la crisis sanitaria será la destrucción de miles de puestos laborales ante la nueva realidad pos Covid-19, lo que ha obligado al Estado a implementar inéditos apoyos a las rentas de los trabajadores, como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el Bono Clase Media o el préstamo solidario con cargo fiscal.

Dichos aportes lograron amortiguar las caídas en los ingresos promedio de los chilenos el año pasado, que aumentaron 2,4% a $ 635.134, según los resultados de la Encuesta Suplementaria de Ingresos dada a conocer ayer por el INE.

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Dado lo anterior y el largo camino que queda para superar la emergencia sanitaria y comenzar a reducir las ayudas fiscales, prácticamente todas las candidaturas presidenciales hacen referencia a algún tipo de apoyo a los ingresos en sus programas, sea a través de subsidios estatales o la promoción de un incremento sustancial del salario mínimo. Inclusive, en el mix de ideas se contemplan rebajas impositivas y devoluciones de tributos al consumo de ciertos bienes.

El programa del candidato de Apruebo Dignidad, Gabriel Boric, apunta a un "mecanismo progresivo" para fijar el salario mínimo nacional a una línea de la pobreza que considere la satisfacción de las necesidades básicas de una familia promedio.

El diputado por Magallanes también incluye en su propuesta el rediseño de la línea de subsidios a la contratación hoy vigentes, en sus líneas Contrata y Regresa, reemplazándolo por un aporte de 100% para las mujeres, con un tope de $ 1 millón mensual.

La carta de Chile Podemos Más, Sebastián Sichel, apuesta por el diseño de un aporte estatal salarial permanente, que duplique el monto actual del Ingreso Mínimo Garantizado ($ 50 mil), que se reducirá progresivamente a medida que la empresa aumente la remuneración del trabajador. Por ejemplo, quien perciba el salario mínimo recibirá un aporte permanente del Estado de $ 96 mil. El aporte se extinguirá cuando el sueldo bruto alcance los $ 518 mil, a diferencia del techo de $ 394 mil actualmente.

Esto se complementa con la política de devolución anual del IVA pagado en alimentos y medicamentos, que permitiría que una familia de cuatro personas reciba $ 133 mil en marzo, junio, septiembre y diciembre.

La candidata de Nuevo Pacto Social, Yasna Provoste, contempla aumentar el salario mínimo en paralelo a una "actualización" de la línea de la pobreza.

Aquí, se propone subir el salario mínimo junto con una mejora al subsidio estatal actual al ingreso y que tenga el foco en los trabajadores de las pequeñas y medianas empresas. Por último, propone elevar la cobertura del Bono al Trabajo de la Mujer a hasta un 80% de la población más vulnerable y su extensión a un máximo de seis años.

La manija tributaria

Entre las candidaturas alternativas a los bloques tradicionales las propuestas en materia de ingresos están más enfocadas en aliviar la estructura de costos que enfrentan personas y familias, a través de devoluciones o reducciones sustantivas de impuestos.

El abanderado del Partido Republicano, José Antonio Kast, propone aplicar un impuesto negativo a la renta, que implica una devolución de tributos que realiza el Estado a personas con un cierto nivel de ingreso o consumo, tradicionalmente focalizándolas en las de menores ingresos.

El exdiputado incluye en su programa un impuesto negativo de 17% para personas cuyos ingresos oscilen entre el salario mínimo ($ 320.500 a marzo del 2020) y el límite que está exento del pago de impuesto a la renta ($ 680.000 aproximadamente).

Adicionalmente, propone reducir de 19% a 17% el IVA; que los trabajadores tengan asegurada una cuota de al menos el 2% de las utilidades de las empresas (las que a su vez podrán descontarlas del pago de impuestos al Fisco); y establecer un descuento de impuestos por $ 15.000 mensual por cada menor de 18 años a cargo del contribuyente.

El candidato independiente y fundador de Felices y Forrados, Gino Lorenzini, incorpora en su programa la "transformación del consumo en inversión". ¿Cómo? A través de la eliminación del IVA, que será reemplazado por un "impuesto a la venta final", que el Fisco le devolverá a las personas con ingresos mensuales por hasta $ 600 mil (menos de 20 UF). La mitad de ese monto se depositará en una Cuenta 2 de libre disposición y el restante en una cuenta de ahorro individual para mejorar su pensión. La devolución del impuesto a la venta será progresiva y con un tope de 20% para los chilenos de más altos ingresos.

La oferta programática de Diego Ancalao, abanderado presidencial de la Lista del Pueblo, en este punto también se relaciona con materias de impuestos, al apuntar a reducir "sustancialmente" el IVA en alimentos básicos, medicinas, libros y la cultura.

La carta de la Unión Patriótica, Eduardo Artés, en afiches de campaña ha apuntado a la reducción de la carga impositiva a la "clase trabajadora y la pequeña burguesía", además del fomento de la pequeña y mediana empresa "en todo Chile".

Mientras que el presidenciable del Partido de la Gente, Franco Parisi, propone una "eliminación y rebaja del IVA" y también la reducción del tributo a los combustibles.

El candidato del Partido Progresista (PRO), Marco Enríquez-Ominami, fue contactado por Diario Financiero para conocer sus propuestas en materia de ingresos, pero al cierre de esta edición aún no confirmaba su participación en el reportaje.

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