En medio de la polémica generada por los bonos millonarios otorgados en
plena crisis a los ejecutivos de grandes empresas, el máximo directivo
de General Electric, Jeffrey Immelt, ha anunciado su renuncia a los
beneficios correspondientes al ejercicio 2008.
La suma de los bonos e incentivos que le corresponderían alcanzan los US$11,7 millones. El ejecutivo "trabajó bien en un ambiente de negocios extraordinariamente difícil", aún al no alcanzar las metas financieras hace un año, afirmó la compañía.
El directorio aceptó la propuesta de Immelt, reduciendo sus compensaciones en efectivo en 64% desde 2007. Immelt ha estado en el cargo desde el 7 de septiembre de 2001.