Uno de los planes de quiebra que podría adoptar General
Motors incluye la división del fabricante de automóviles. Las partes del
negocio que son rentables formarían una nueva compañía, mientras que el resto
de unidades permanecerían en bancarrota por un largo plazo, según informaron
fuentes de la empresa a Reuters.
Además, el plan asegura que General Motors buscaría un nuevo
acuerdo con los sindicatos de trabajadores antes de acogerse a la bancarrota.
El objetivo de la división de la compañía sería demostrar a los consumidores, a
los contribuyentes y al gobierno que la nueva General Motors podría ser una
empresa viable.
Esta nueva compañía no incluirá a marcas como Saturn o
Hummer. En el proceso de división, la nueva General Motors se tendría que
coordinar con la parte de la compañía que queda en bancarrota para compartir
algunos servicios comunes, como contabilidad o seguros, aseguraron las fuentes
de la empresa.