Viñateros: impuesto a bebidas alcohólicas podría generar falsificación de vinos
Los productores de uva más afectados serían los de la VII y VIII regiones.
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Embotelladoras, la industria del vino y los productores pisqueros continúan en reuniones para evaluar el impacto del alza de impuestos a las bebidas azucaradas y a las bebidas alcohólicas decretada por el gobierno.
Ayer, durante toda la tarde la Asociación Vinos de Chile, entidad gremial que reúne a las principales de viñas del país, mantuvo una reunión de directorio para analizar las consecuencias de la reforma tributaria dentro del sector. Y es que hay preocupación. La posición del gremio respecto del proyecto de ley -que establece una tasa de 18% a toda bebida que contenga alcohol, una tasa ad-valorem de 0,5% por cada grado de alcohol contenido y sobretasa de 0,03 UTM por cada litro de alcohol contenido- es que es regresivo, discriminador y no reconoce el aporte del vino al desarrollo de Chile.
Sostienen que es regresivo porque carga la mano de manera desproporcionada sobre los agricultores más pequeños y vulnerables y aumenta el precio de los vinos económicos.
En la industria del vino sostienen que, a diferencia de otras bebidas alcohólicas, el vino no produciría externalidades negativas, ni problemas de salud, porque se encontraría dentro de un rango de consumo responsable.
En el caso de un litro de vino económico, que cuesta en promedio $ 1.400 y que corresponde al 80% del vino que se consume en Chile, el precio con el impuesto aumentaría hasta los $ 1.681, es decir, aumentaría en el precio final un 20%.
Este aumento podría provocar la falsificación, adulteración y clandestinaje del vino.
Por lo demás, sostienen que principalmente se verían afectados los productores de uva de la VII y VIII Región. Por otro lado, la Asociación Nacional de Productores Pisqueros continúo ayer sus reuniones para evaluar el impacto del impuesto en su industria.
En tanto, en la industria de las embotelladoras de bebidas existe la convicción que el impuesto a las bebidas azucaradas se trata de una carga impositiva regresiva y discriminatoria porque fija la política en base a un nutriente específico y dirigido a un sólo producto. En la Asociación de Bebidas Refrescantes (Anber) han revisado además las categorías de productos que se verán afectadas, pues el impuesto específico (IABA) hoy sólo se aplica a bebidas gaseosas, aguas saborizadas y jugos en polvo o con baja cantidad de jugo natural entre sus componentes. No así, a bebidas isotónicas, energéticas, ni néctares.