Dura derrota de legislador republicano reaviva la batalla de poder dentro del partido
Inversionistas temen que, sin la presencia del representante en el Congreso, sea más difícil lograr acuerdos en materia fiscal.
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Por Constanza Morales H.
Un sorpresivo golpe recibió el ala tradicional del Partido Republicano el martes en la noche, cuando Eric Cantor, líder de la mayoría conservadora en la Cámara de Representantes, fue derrotado en la primaria de su distrito por un candidato apoyado por el Tea Party, lo que podría servir como anticipo a lo que podría ocurrir en las elecciones de medio período en noviembre.
Contra todos los pronósticos, Cantor, representante de Virginia y número dos de la oposición en la Cámara Baja, obtuvo 44% de los votos frente a 56% de David Brat, profesor universitario de economía, quien acusó al congresista de traicionar los principios conservadores en temas como el gasto, la deuda y la inmigración.
Esta es la primera vez en la historia de Estados Unidos que el líder de la mayoría de la Cámara pierde en una primaria desde que el puesto fue creado en 1899, según Eric Ostermeier, analista político de la Universidad de Minnesota.
Al reconocer su derrota frente a sus simpatizantes, Cantor declaró “sé que hay un montón de caras largas aquí” y agregó “es decepcionante, seguro”.
Por su parte, Brat afirmó que “este es el momento más feliz, obviamente, de mi vida”.
¿Oposición gira hacia la derecha?
El resultado podría tener severas implicancias para el trabajo legislativo en los cinco meses que quedan para las elecciones. Por una parte, los esfuerzos de redactar una reforma migratoria en la Cámara podrían paralizarse, ya que los otros miembros republicanos intentarán defenderse en contra de potenciales contendores provenientes de la extrema derecha.
Por otro lado, los conservadores podrían mostrarse más dubitativos para cooperar con el presidente Barack Obama por miedo a ser etiquetados como negociadores.
Además, la salida de Cantor –quien dejará su cargo el 31 de julio– producirá un cambio en el liderazgo opositor. Los legisladores que suenan para reemplazarlo el 19 de junio son Kevin McCarthy, número tres del partido en la Cámara; Jeb Hensarling, presidente del Comité de Servicios Financieros; y Pete Sessions, presidente del Comité de Reglas.
Paul Ryan, representante republicano por Wisconsin y candidato a vicepresidente en las elecciones de 2012, aseguró ayer que no está entre sus planes ocupar el puesto de Cantor. “Simplemente ese no ha sido mi interés”, declaró.
Por si fuera poco, el legislador que completará siete períodos en el Capitolio y que tiene vínculos con la industria financiera era visto como un posible sucesor de John Boehner como vocero de la Cámara.
Algunos especulan con que su derrota podría alentar una insurrección por parte de la facción más extrema del partido para remover a Boehner. “La derrota de Eric Cantor es un momento apocalíptico para el establishment del Partido Republicano. Las bases están sublevadas y marchando”, aseveró en un comunicado Brent Bozell, un veterano activista conservador.
Ron Bonjean, asesor del ex vocero conservador de la Cámara Dennis Hastert, sostuvo a Bloomberg que el fracaso de Cantor de mantener su escaño “va a acelerar el proceso de los miembros del Tea Party posicionándose para la carrera por el liderazgo”. El experto agregó que este “podría ser el primer disparo en una guerra sin cuartel entre el establishment y el Tea Party” por el control del partido.
En tanto, Lloyd Blankfein, director ejecutivo de Goldman Sachs, alertó que la derrota de Cantor aumenta las preocupaciones sobre el futuro de los compromisos políticos. “En mi visión, Eric Cantor era un político prudente que se dedicó al servicio público”, afirmó en entrevista con CNBC.
“Espero que esto no signifique que será imposible desde ahora en adelante lograr compromisos en temas como el presupuesto y la política migratoria”, aseguró antes de añadir que “esto no necesariamente es una buena señal, pero tendremos que ver cómo avanza”.
Los inversionistas temen que ahora será más difícil lograr acuerdos en materia fiscal, ya que Cantor fue uno de los opositores que ayudó a resolver los enfrentamientos por el techo de la deuda en los últimos tres años.
POPULARIDAD DE OBAMA EN MÍNIMOS
El nivel de aprobación del presidente de Estados Unidos Barack Obama anotó un nuevo mínimo en una encuesta nacional de Bloomberg, con sólo 44% de los ciudadanos diciendo que tenían sentimientos positivos sobre él. En diciembre, el líder demócrata tenía un 46% de popularidad. El sondeo reveló que el mandatario, que ya tenía malas calificaciones en economía y salud, también tiene una baja valoración respecto de dos recientes sucesos controvertidos: el manejo del Departamento de Asuntos Veteranos y el acuerdo para liberar a un prisionero de guerra estadounidense en Afganistán. La aprobación de su trabajo retrocedió a 43%, cerca del nivel que alcanzó a fines del año pasado luego del complicado lanzamiento de la reforma a la salud. "En el pasado, el grado de aceptación de Obama ha estado por encima de la percepción del desempeño del trabajo", comentó a Bloomberg J. Ann Selzer, fundadora de Selzer & Co., firma que realizó la encuesta entre el 6 y 9 de junio. "Al parecer, él ya no es lo suficientemente agradable".