Internacional

Congreso brasileño aprueba el sueldo mínimo planteado por Rousseff

A pesar de las protestas de los sindicatos, la presidenta de Brasil logró que el proyecto de ley se aprobara en sus términos.

Por: | Publicado: Viernes 18 de febrero de 2011 a las 05:00 hrs.
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La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, logró su primera victoria legislativa importante al lograr unir a los parlamentarios de su coalición para aprobar la noche del miércoles en la Cámara de Diputados el incremento del salario mínimo que se utiliza para calcular el pago de las pensiones mensuales en 6,8% con respecto al año pasado, llegando a 545 reales (US$ 327).

Un alza mayor, reclamada por los sindicatos, habría puesto en riesgo el plan de austeridad de Rousseff para 2011 y que incluye un recorte de 
US$ 30.000 millones en el presupuesto anual. El objetivo del gobierno de Brasil es controlar la inflación que en 2010 alcanzó 6%, el nivel más alto en seis años.

Además, en la votación la presidenta logró frenar la modificación propuesta por la oposición y los sindicatos, que elevaba el salario mínimo a 560 reales (US$ 336). Con ello el presupuesto de 2011 habría crecido en 45.000 millones de reales (US$ 27.033 millones), inaceptable para el plan de Rousseff.

Por otra parte, con este triunfo el gobierno demostró tener la fuerza legislativa suficiente para implementar los recortes necesarios para combatir la inflación, aseguró a Bloomberg el economista de la empresa inversionista Gradual Investimentos, André Perfeito.

Aún así, la presidenta estaría poniendo en riesgo su popularidad con este plan, aunque los análisis apuntan a que podría usar parte del capital político que ganó en la elección.



Compromisos anteriores


El predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, logró en su periodo que los sueldos crecieran en casi 60% entre 2002 y 2010, sacando de la pobreza a millones de brasileños y dándole una gran popularidad.

Los actuales líderes laborales han acusado a la presidenta de utilizar la inflación como una excusa para llevar adelante una política de austeridad que perjudicaría a los más pobres y a los trabajadores. 
En un acuerdo hecho entre Lula y los sindicatos en 2006 el ajuste del salario mínimo se calcularía sumando la tasa de inflación del año anterior al resultado del PIB de año previo al anterior. Este convenio se convirtió en ley este miércoles y se extendió hasta 2015. Los sindicatos esperaban una excepción por la caída de la economía brasileña tras la Gran Recesión, que provocó que los sueldos se ajustasen sólo a la inflación.

Rousseff además tendrá un problema más difícil de resolver el próximo año, ya que el ajuste se verá influenciado por el gran crecimiento económico de 7,5% que se vio en Brasil en 2010.



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