Economía

Jaime Vargas: “Podríamos hablar de una crisis del modelo de democracia representativa”

El experto analizó las causas de las protestas de 2019 en América Latina y la respuesta de Colombia a la crisis, a través de la aprobación de la reforma tributaria.

Por: María Gabriela Arteaga | Publicado: Jueves 26 de diciembre de 2019 a las 04:00 hrs.
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América Latina se dispone a cerrar un año convulsivo en materia social y económica, con Colombia con uno de los países que sufrió la crisis pero que, al parecer, la ha sorteado de forma positiva. La semana pasada, el Congreso dio luz verde a la reforma tributaria aprobada en 2018 pero que, por errores de tramitación, fue declarada inadmisible casi un año después. La discusión de una nueva propuesta exacerbó los ánimos y miles de ciudadanos se tomaron las calles exigiendo modificar algunos puntos de la ley.

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Jaime Vargas, socio líder del Latin American Business Center de EY en Europa, y experto en impuestos internacionales de la firma en Colombia, explicó a DF que esa maniobra demuestra que es necesario que el diálogo sea asumido con madurez “por todas las partes, que juntas deben identificar los aspectos que deben cambiar”.

- ¿Cómo evalúa el momento que está viviendo América Latina?

- Es interesante ver cómo la protesta social se convierte en un mecanismo común a lo largo del continente para reivindicar situaciones de índole diversa. Quizás lo que resulta común a todas las protestas es que revelan una desconexión entre la sociedad y sus representantes. Podríamos hablar de una crisis del modelo de democracia representativa, que lleva a diferentes sectores de la sociedad, especialmente a jóvenes, a buscar mecanismos alternativos para ser escuchados.

- Como experto en Colombia, ¿cómo cierra el año 2019 en términos económicos?

- Si se compara con el resto de Latinoamérica, la economía tuvo resultados destacables, impulsada por el consumo interno, como uno de sus factores principales. Preocupa, sin embargo, el crecimiento del índice de desempleo; no es posible considerar que la economía va por buen rumbo si el desempleo va en aumento. Es importante también poner especial atención al índice de productividad, que sigue siendo muy inferior al deseable.

- ¿Qué efecto terminarán teniendo las protestas, considerando que el impacto en Chile fue fuerte?

- Es difícil medirlo en este momento. La protesta parece ser el mecanismo que se ha identificado para la participación de la sociedad en las políticas de Estado, ante la crisis de representatividad; pero son muchos y de muy diversa índole los reclamos que se hacen. Es necesario que el diálogo que se ha propuesto, sea asumido con responsabilidad y madurez por todas las partes, que juntas deben identificar los aspectos que deben cambiar. Es importante que se restablezca la conexión entre los políticos y la sociedad.

- ¿Qué impacto se podría generar para las inversiones extranjeras directas en el país?

- Es muy pronto para hacer mediciones. Hubo desde luego, preguntas y preocupaciones. Sin embargo, no se siente una disminución de la confianza inversionista.

Reforma tributaria

- ¿Cómo evalúa la reforma tributaria?

- Colombia no iba a tener reforma tributaria en 2019. La razón por la cual se discutió en esta oportunidad es porque la que se aprobó a fines de 2018 fue declarada inexequible por la Corte Constitucional, que dio plazo al gobierno hasta el 31 de diciembre de 2019 para aprobar una nueva reforma que la reemplazara. Así, lo que presentó el gobierno es prácticamente igual a lo que se discutió y aprobó en 2018, con modificaciones a la carga fiscal de las empresas que me parecen importantes, y que hoy se están cuestionando sin tener en cuenta quizás la importancia de darle al país una posición tributaria competitiva.

- Uno de los puntos que más polémica generó fue la exención del IVA para los medicamentos. El gobierno dejará de recaudar más de 300 millones de pesos (US$ 90 mil millones). ¿Cuáles pueden ser sus implicancias?

- Independientemente del efecto financiero de la medida, creo que la existencia de productos excluidos distorsiona la cadena del IVA y dificulta la fiscalización del impuesto. Creo que es una buena medida desde el punto de vista técnico y del consumidor final. Obviamente, el agujero que deje en la recaudación deberá ser llenado.

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