Una caída no vista desde 2009, en medio de la crisis financiera global, es lo que están experimentando las acciones de las mineras en estos días, más cuando ayer el precio del cobre bajó 2,58% a US$ 2,32 la libra mostrando nuevamente temor por el desempeño del metal.
Ayer, los papeles de las mineras retrocedieron con fuerza en la Bolsa de Londres: el índice minero FTSE 350 bajó 2,5%. Entre las que más sufrieron está Antofagasta plc, el brazo minero del grupo Luksic, cuyas acciones se derrumbaron 7,25%, su mayor caída diaria desde el 13 de abril de 2013.
Antofagasta plc abrió con una pérdida leve de 0,35%, aunque en el transcurso de la jornada fue aumentando su descenso hasta retroceder 7,78% en medio de la jornada.
Otras acciones que cayeron con fuerza en Londres fueron las de Anglo American, que bajó 6,73%, y BHP Billiton (5,07%), aunque el caso más dramático fue el de Glencore, que llegó a hundirse sobre 15% en la sesión, para terminar con una baja de 12,65%. La minera suiza vio caer sus acciones bajo los 100 peniques por papel, por primera vez desde su apertura a bolsa, lo que marca una reducción sobre 80% desde que la compañía se volvió pública.
Causas del retroceso
Varias fueron las razones de la caída en las acciones mineras, aunque al centro se mantienen las dudas sobre China, cuya economía podría expandirse a su menor rimo desde 1990.
Además de eso, las bolsas siguieron resintiendo la decisión de la Reserva Federal de Estados Unidos de la semana pasada de demorar su alza de tasas, lo que acrecentó los temores de que la economía global aún está en un estado de fragilidad.
A esto se sumó un informe de Credit Suisse que recortó las estimaciones para el sector y sus precios, en medio de las preocupaciones por una caída de la demanda china.
"Hemos recortado fuertemente nuestras estimaciones de demanda china, los precios de las materias primas y las proyecciones de ganancias", escribió Liam Fitzpatrick, analista del banco en una nota a sus clientes ayer por la mañana.
"Hasta que la demanda de China y las monedas de mercados emergentes encuentren un piso, seguirá siendo un reto el poner una base a los precios de las materias primas", añadió.
Como si fuera poco, el Banco Asiático de Desarrollo recortó sus estimaciones para este y el próximo año para la región, proyectando que el PIB crecería 5,8% en 2015 y 6% en 2016, menos que el 6,3% que proyectaba para ambos años.
