Fueron sólo dos noticias las que ayudaron a que los mercados no volvieran a la senda negativa. Por un lado, la mejora en la actividad manufacturera de China en el mes de agosto y, por el otro, las expectativas del fin del conflicto en Libia.
En Nueva York, el índice industrial Dow Jones marcó la pauta con un alza de 2,97% a los 11.176,76 puntos, mientras que el S&P ganó 3,43%. El Nasdaq lideró las alzas con un avance de 4,29% gracias al desempeño de las acciones de Apple que aumentaron 4,18%.
En las plazas europeas, la tendencia fue similar tomando impulso con el inicio de la bolsa en Nueva York.
El Dax de Alemania logró romper con su tendencia negativa de las últimas sesiones al aumentar 1,07%, un respiro ante la pérdida que mantiene en el año de 22,72%.
El IBEX de España, sin embargo, no pudo seguir la tendencia alcista y bajó 0,17%.
En lo que respecta a la región, las bolsas de Sao Paulo y Buenos Aires lideraron las alzas con incrementos de 2,57% y 2,49%, respectivamente.
Asimismo, el IPSA de Santiago ganó 1,21% para situarse en 4.162,51 puntos.
El oro lo hizo otra vez
El lunes estaba muy cerca de concretarlo pero fue ayer el día en el que el oro logró tocar los US$ 1.900 la onza, su máximo histórico.
Pese al récord, el metal se corrigió en línea con la estabilidad reinante de los mercados. Así, el oro cerró en US$ 1.828,35, según datos de Bloomberg.
Desde el mercado aseguraron que a nivel técnico el metal podría sobrepasar “fácilmente” los US$ 2.000 la onza.
La plata, en tanto, no pudo mantener el alza de las últimas jornadas. Ayer el metal plateado bajó 1,4% a un valor de US$ 42,88, según datos indicados por Cochilco.
El precio del metal suele ser mucho más volátil que el del oro pero todavía destaca espacio para seguir creciendo.