En las actas de la sesión de febrero, el Consejo de Estabilidad Financiera (CEF) advirtió sobre la volatilidad del peso chileno frente al dólar, que es superior a la de algunas monedas emergentes. Dicha volatilidad se extendió a la sesión de ayer, con un dólar que abrió en niveles de
$ 577, pero que luego corrigió hacia la zona de $ 572,50, a pesar de la fuerte caída del cobre, que cerró bajo US$ 3 la libra por primera vez desde julio de 2010.
En el mercado hay dos hipótesis: los inversionistas realizaron toma de utilidades una vez superados los
$ 575, lo que impulsó la caída de la moneda a pesar del factor cobre; y por otro, que ha habido una sobrerreacción ante una serie de factores, como la debilidad de la demanda de China, el retiro de estímulos de la Fed, la desaceleración de la economía local y la discusión por la reforma tributaria.
Para Eduardo Orpis, de Finanzas Today, por fundamentales el precio del dólar debería ubicarse en $ 530, considerando -entre varios factores- que monedas similares a la chilena, como el dólar australiano, registra ganancias ante el billete verde en el año.
“Si bien el dólar se mueve por factores como el cobre y la baja de tasa, eso no justifica la tremenda subida en el último año. Hay especulación debido a la incertidumbre por la reforma tributaria”, dice.
Similar opinión tiene el analista de Banchile, Nathan Pincheira, para quien el equilibrio está en torno a $ 540. “El valor de los CDS te da a entender que hay un desalineamiento entre el riesgo país y la caída del peso”.
Para el economista jefe del Banco Santander, Pablo Correa, la divisa estaría “sobreapreciada” en alrededor de $ 20, por lo que el precio de equilibrio se ubicaría en $ 545.
Eso sí, no descartó que la paridad pudiera dispararse a $ 600, aunque se mantendría en dichos niveles por un período acotado.
Cómo cambió el escenario en apenas un año
Hace un año exactamente, el dólar se ubicaba en $ 470, en momentos en que se discutía fuertemente una posible intervención cambiaria del Banco Central. Desde entonces, la divisa se ha apreciado en más de
$ 100, impulsada por el retiro de estímulos de la Fed y la desaceleración local, entre otros factores.
En el mismo período, los inversionistas extranjeros apostaron a la apreciación del dólar con flujos por más de US$ 12.500 millones, monto superior inclusive a la intervención cambiaria del instituto emisor de 2011.
En el mismo período, el peso es la tercera moneda más depreciada ante el dólar entre sus pares emergentes, con un retroceso de casi 18%, superior al de economías como la brasileña, sudafricana e india, fuertemente impactadas por la salida de flujos desde el mundo emergente.

