Las monedas del mundo se rindieron ante el dólar en la sesión de ayer. El sorpresivo dato de actividad del segundo trimestre en EEUU -que superó ampliamente las expectativas del mercado al llegar a un 4%-, impulsó la divisa a nivel global.
¿La razón? Las expectativas del mercado respecto al futuro de la política monetaria en Estados Unidos, ya que la positiva cifra del PIB podría generar un alza de tasas de interés antes de lo esperado.
Así, dentro de las mayores divisas el euro retrocedió 0,13% y la libra esterlina se debilitó en 0,19%, mientras que el yen fue la moneda más golpeada al registrar una baja de 0,73%.
El panorama no fue distinto en los mercados emergentes, pero el impacto se sintió con mayor fuerza en el peso colombiano que se depreció 1,18% y luego en el peso chileno, que cedió 1,18% ($ 6,5) cerrando en
$ 572,30, su mayor nivel desde el 13 de marzo de este año ($ 572,60)
Y es que los datos manufactureros locales correspondientes a junio -que se dieron a conocer ayer- fueron un balde de agua fría para la moneda local, según explica Eduardo Orpis, socio de Finanzas Today. “El consenso esperaba que las cifras mostraran un crecimiento, pero en vez de eso anotaron una caída de 0,7%, lo que abre el debate en torno al verdadero rumbo que tiene la economía local. Ahora no cabe ninguna duda de que el Banco Central va a bajar la tasa en agosto y quizás vengan dos o hasta tres recortes”, sostuvo.
Jaime Achondo, gerente de la mesa de dinero de Fynsa, explica que la depreciación del peso es consistente con el escenario de tasas contrapuestas entre Estados Unidos y Chile, ante lo cual los inversionistas optaron por hacer ‘stop loss’, lo que se tradujo en el importante fortalecimiento del dólar.
Expectativas de alza
De acuerdo a Achondo, el tipo de cambio atraviesa por una marcada tendencia alcista, que en el corto plazo debería situar la paridad entre $ 565 y $ 577, “y no descarto en absoluto que llegue a la zona de $ 600 este año”, advierte.
“El panorama local actual está complicado. La inversión no se recupera, la incertidumbre por la reforma tributaria se mantiene y se ha visto exacerbada por las débiles cifras de crecimiento, la expectativa de recorte de tasas locales y subidas de tasas afuera. Una moneda se fortalece cuando sus fundamentos son buenos, y no estamos viendo nada de eso por estos días”, declara Orpis.
De esta forma, indica que luego de traspasar la barrera de $ 570, el alza del dólar se puede tomar “un descanso”, pero sólo para retormar las subidas con un objetivo en
$ 580, “y no es descartable que trate de ir a los $ 600”.
Misma proyección tiene el banco de inversión suizo Credit Suisse, ya que estima que el dólar se aproximaría a niveles de $ 600 “en las próximas semanas”.