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Cristóbal Kunstmann: “Este desconfinamiento va a resultar y así se ha demostrado en estas tres semanas”

Gerente general de Cervecería Kunstmann dice que para recuperar la confianza de los consumidores establecieron estrictas medidas sanitarias en Valdivia. Está optimista y confirma que los planes de apertura de nuevo local en Alonso de Córdova en Santiago este año, siguen en pie.

Por: Rocío Vargas Suárez | Publicado: Jueves 6 de agosto de 2020 a las 12:00 hrs.
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La casona ubicada desde 1997 camino a Niebla, en Valdivia, actualmente puede recibir a 60 de 260 comensales, sólo con reserva.
La casona ubicada desde 1997 camino a Niebla, en Valdivia, actualmente puede recibir a 60 de 260 comensales, sólo con reserva.

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El 8 de julio, el Ministerio de Salud hizo un anuncio que muchos esperaban: el primer paso hacia un desconfinamiento parcial en dos regiones del país. Aunque con un 25% de capacidad máxima, Aysén y Los Ríos podrían retomar algunas actividades, entre ellas, la de restaurantes.

El 13 de julio la Cervecería Kunstmann ya tenía abiertas sus puertas. La casona ubicada desde 1997 camino a Niebla, en Valdivia, tiene una capacidad para recibir a 260 personas. Sin embargo, los comensales hoy sólo pueden llegar a 60 y con estrictas medidas sanitarias.

"Se ve bien exagerado", dice Cristóbal Kunstmann, gerente general de la firma, asegurando que, además de implementar las recomendaciones del Gobierno como la separación de mesas y la eliminación de platos compartidos, previo al ingreso al local, a los clientes se les toma la temperatura, pasan por un pediluvio para sanitizar sus zapatos y deben levarse las manos. "Tenemos a un garzón por salón y hay ciertos requisitos también para tomar una reserva".

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Foto: Agencia Uno

En detalle, para reservar y asistir al restaurante "no se puede ser mayor de 75 años y no puedes haber tenido contacto directo con una persona contagiada o sospechosa por Covid-19 en los últimos 14 días. Antes de tomar la reserva, se hacen esas preguntas, y si cumple con los requisitos, la persona puede tomar la reserva. Si no, no", dice Kunstmann.

Ante la reapertura, el empresario asegura que su mayor preocupación era lograr confianza en los consumidores, "porque sabíamos que iban a ser mucho más cautelosos, y por lo mismo nosotros impartimos este protocolo". No obstante, "he percibido durante estas semanas que hemos tenido abierto el local, que la gente quiere salir. Ya tiene una necesidad de compartir con otras personas. Yo creo que en la medida que esto vaya avanzando paulatinamente y lo tomemos con seriedad y mucha responsabilidad, con bajos niveles de contagio, este desconfinamiento va a resultar y así se ha demostrado estas tres semanas", dice.

Cuenta que durante la primera semana, tuvieron un promedio de 90 personas al día y esa cifra aumentó a 120 durante la segunda. "Hoy ya tenemos casi 150 personas por día (...) Las medidas han hecho que la gente se sienta segura al venir", detalla Kunstmann, mirando con optimismo hacia la temporada de verano: "Fomentar el turismo nacional, también nos va a fortalecer bastante", agrega, aunque reconoce que "no es negocio para nosotros abrir a un 25% de capacidad. Eso está claro. Para ningún restaurante es negocio. Pero sí queremos ser un aporte para el desconfinamiento de la región".

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Doble impacto

Además de la sede central de Cervecería Kunstmann en Valdivia, existen otros cinco locales ubicados en el sector de Isla Teja en Valdivia, Bellavista, Ñuñoa, Viña del Mar y también uno en Bariloche. Todos ellos -incluido el trasandino- fueron cerrados cuando llegó la pandemia. Kunstmann señala que ante este escenario, inauguraron el servicio de delivery en su casa central y también en el local de Plaza Ñuñoa a fines de abril. Eso sí, representa entre un 11% y un 12% de las ventas.

Este golpe a la caja se suma al impacto que significó el estallido social en octubre, el cual puso en jaque al local de Valdivia, pero principalmente, al de Bellavista.

"Fue el más golpeado. En Bellavista las ventas nos bajaron en un 60% respecto del año anterior. Varias veces tuvimos que cerrar", dice. En tanto, "en Valdivia, también tuvimos que cerrar, porque habían amenazas de que iba a venir gente a dañar e incendiar el local, también hubo impacto en las ventas".

Asegura que el toque de queda también influyó en la caída de entre un 20% y un 25%, ya que "normalmente abríamos hasta las 12 o 12:30 de la noche, y con el toque de queda tuvimos que reducir los horarios hasta las 21 horas, y en ese horario, ocurre una parte importante de la venta de los locales gastronómicos".

A pesar de ver golpeadas las ventas y haber tenido que pedir créditos Covid-19 y también, de consumo, Kunstmann dice que optaron por no acogerse a la Ley de Protección del Empleo y mantener los sueldos "íntegros" hasta junio. Sin embargo, a fines de ese mes tuvieron que hacer una "reestructuración" en la sede de Valdivia. "Teníamos alrededor de 120 trabajadores y nos quedamos con aproximadamente 60", comenta.

Nuevas apuestas

Kunstmann señala que la apuesta por el delivery es algo que van a mantener de forma permanente. Pero esta carta no es la única nueva a jugar: en marzo lanzaron un e-commerce donde ofrecen productos especiales, como cervezas de edición limitada, además de merchandising de la marca, el cual tuvo un crecimiento de 300% en junio respecto del mes anterior.

Por otro lado, adelanta que, a pesar los impactos de los últimos meses, los planes para abrir una nueva sucursal en Santiago siguen en pie: "Seguimos avanzando en un proyecto de abrir un nuevo local en Alonso de Córdova, y tenemos pensado abrirlo en noviembre o diciembre de este año", dice Kunstmann.

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