Ayer comenzó a cimentarse el camino para que el gran acuerdo nacional por la reforma tributaria se abra camino al tercer trámite constitucional en la Cámara de Diputados, tras superar su primera valla legislativa en la comisión de Hacienda del Senado.
En esta instancia se aprobó de manera unánime -5 votos- la idea de legislar el proyecto, luego del acuerdo entre Hacienda y la oposición -más el Movimiento Social por las PYME-, con lo que el texto quedó listo para ser analizado por la sala de la Cámara Alta la próxima semana.
En una sesión que no duró más de una hora y en presencia del ministro de Hacienda, Alberto Arenas, los senadores dieron su pleno respaldo al acuerdo, al que catalogaron como “histórico” y “considerablemente mejorado” en relación al proyecto presentado por el Ejecutivo.
Es que, como era de esperarse, los ánimos en la sesión eran muy distintos a los de hace un mes, cuando el texto ingresó a análisis en la comisión. Los senadores de Renovación Nacional (RN), Andrés Allamand y Manuel José Ossandón, saludaban de manera efusiva la llegada de Arenas, similar gesto realizado por el representante de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Juan Antonio Coloma.
El senador RN, José García Ruminot, fue el primero en pedir la palabra antes de iniciar la votación, agradeciendo la mayor “flexibilidad del Ejecutivo” en la tramitación en el Senado, aunque envió un mensaje claro a Hacienda. “Seremos unos celosos guardianes de la buena inversión de los recursos públicos. Solicitaremos al gobierno todos los antecedentes sobre en qué se gastarán los dineros recaudados con la reforma tributaria”, aseveró.
Por su parte, Coloma reiteró que como gremialismo creen más en el crecimiento económico como motor de la recaudación tributaria, más que en más impuestos para financiar mejores bienes públicos, aunque destacó la actitud del gobierno en la tramitación en el Senado.
“Si yo tuviera que votar la idea de legislar del anterior proyecto enviado por el Ejecutivo, no tendría ninguna duda en votar en contra. Al final, se llegó a la convicción de que para legislar bien, había que escuchar bien. Y tuvimos 99 audiencias donde se plantearon con absoluta libertad los puntos que debían modificarse”, dijo el legislador.
El senador de DC Andrés Zaldívar, destacó el “amplio consenso” con el que se cerró la tramitación del proyecto, argumentando que se mantiene el denominado “corazón” de la reforma, que es recaudar
US$ 8.200 millones y que se haga mediante la tributación de los ingresos más altos de la población.
Las advertencias de Montes
Al tomar la palabra, el senador del Partido Socialista (PS), Carlos Montes, destacó que él ratifica que las “reformas estructurales” del gobierno de la presidenta Bachelet “son posibles de hacer”.
Sin embargo, el ex diputado planteó que para el PS aún hay puntos del protocolo de acuerdo que merecen “un mayor análisis”, en particular a la hora de que se redacten las indicaciones.
“El PS tiene algunas preocupaciones y vamos a insistir con fuerza sobre qué va a ocurrir con las utilidades no distribuidas y con los impuestos diferidos de esas utilidades”, advirtió.
Punto seguido, planteó su inquietud sobre el tratamiento que se le dará al FUT histórico y la posibilidad de que los recursos se puedan sacar del país. “Pensamos que dichas platas no deben poder sacarse con ese impuesto diferido. Nos preocupan los retiros en exceso también y el tratamiento de las pérdidas”, señaló.
En un tono más conciliador, el presidente de la instancia, Ricardo Lagos Weber (PPD), destacó la “flexibilidad” del gobierno para escuchar a todos los actores. “Sostuvimos más de 90 audiencias, que en promedio duraban 40 minutos. Todas fueron relevantes, unas más que otras, pero tuvieron la gracia de que lograron que un proyecto como este fuera escudriñado hasta lo último”, dijo.