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Cristóbal Bellolio: “No hay un reproche ético tan pronunciado cuando a Piñera se le descubre alguna yayita”

A juicio del experto, el ex mandatario “ha demostrado una impermeabilidad envidiable en temas de conflicto de interés”.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 30 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Con el Atlántico de por medio la situación política y económica de Chile no parece tan desesperada como algunos la pintan. Así lo ha comprobado en carne propia Cristóbal Bellolio, cientista político de la Universidad Adolfo Ibáñez, quien se encuentra en Londres. Desde Europa analiza el escenario político nacional y advierte que “no creo que la situación sea especialmente mala. Sí creo que cuando uno está muy cerca de los acontecimientos tiende a perder la perspectiva. Todo parece dramático”. Y hace un duro perfil de los chilenos: “A veces pienso que somos una nación histérica, hipersensible y llorona”.

- ¿Se terminó el gobierno?

- La combinación entre un gobierno con paupérrima aprobación y una agenda tomada por las presidenciales permite especular que nada de lo que haga o deje de hacer la administración Bachelet resultará muy significativo a estas alturas. Su suerte está echada.

- ¿Qué tan complejo puede ser este último año para el gobierno?

- Es difícil cuando estás a patadas con el 20% de aprobación. En la práctica, creo que ya se tocó fondo.

- ¿Hay posibilidad de que mejore la percepción ciudadana como suele ocurrir en la última etapa de los gobiernos?

- Puede darse que no ocurra nada especial y sencillamente el foco de la crítica se traslade al debate electoral. Además, salen a relucir algunos frutos. Se cortan cintas. Eso ocurrió, en cierto sentido, con la presidencia de Sebastián Piñera. Este gobierno difícilmente llegará al 40% de aprobación, pero no es descartable que mejore sus actuales índices.

- ¿Qué tan “líquido” está el panorama presidencial, lo suficiente como para que surja una figura distinta de las que ya conocemos?

- Tiene cierta liquidez. Hace doce meses nadie hablaba de Alejandro Guillier y hoy es la mejor carta de la Nueva Mayoría. En lo personal, y en esto peco de anti-institucional, me gustaría ver figuras que tienen un discurso político articulado pero no militan en coalición alguna, explorando la posibilidad de una candidatura presidencial. Prefiero mil veces un Kast versus Atria que un Piñera versus Lagos. Ellos creen que es un clásico. Yo creo que es un somnífero.

- ¿Tiene alguna duda de que Piñera confirme su candidatura en marzo o hay algo que pudiera hacerlo desistir?

- Pareciera que José Yuraszeck sabe mejor que nosotros cuáles son los elementos que lo podrían hacer desistir. Una candidatura presidencial es una invitación a una revisión meticulosa de todos sus actos, vínculos y procedimientos. Es ponerse voluntariamente en el ojo del huracán. Sólo Piñera sabrá si vale la pena.

- ¿Comparte que a Piñera no lo afectan los temas relacionados con conflictos de interés?

- He ahí el meollo del asunto. Piñera ha demostrado una impermeabilidad envidiable en estos temas. Escalona lo dio por muerto en 2007 cuando lo multó la SVS. Frei le sacó los trapos al sol en medio del debate en 2009. Piñera no se movió un milímetro en las encuestas.

La teoría es que sus partidarios asumen su pillería como costo hundido y, por tanto, no hay un reproche ético tan pronunciado cuando se le descubre alguna yayita. Pero las teorías no son leyes inexorables. Funcionan hasta que dejan de funcionar.

De ME-O se decía algo parecido, hasta que perdió el aura que lo protegía y se desplomó. El electorado post-Caval puede mostrarse más sensible que antes frente a esos casos.

- ¿Cuánto podría mermar en sus aspiraciones la comisión investigadora sobre las inversiones de Bancard en Perú? Va a estar abierta hasta junio a lo menos.

- Piñera fue hábil cuando decidió pagar la multa de la SVS antes que se iniciara la anterior campaña. Ese fue mérito de Hinzpeter. El objetivo era evitar un juicio que se fuera desarrollando por partes en medio de la campaña. En este caso estará evaluando lo mismo.

Para la derecha, por su parte, el peor escenario es que la candidatura de Piñera se empiece a desangrar por golpes judiciales y revelaciones incómodas cuando ya sea demasiado tarde para un plan B.

- ¿Qué escenario se abre para la derecha si Piñera, por la razón que sea, decide no ser candidato?

- Piñera es el único peso pesado que tiene la derecha, pero ésta tiene varios pesos medianos: Ossandón, los dos Kast, Allamand. Una primaria sin Piñera es interesante, porque sería más incierta, lo que suele incentivar la participación. Y porque sería programáticamente más osada. Evópoli tiene un proyecto ideológico distinto del que patrocina Ossandón, el que a su vez es distinto del que tiene José Antonio Kast.

Con Piñera en la mesa, esos contrastes tienden a difuminarse porque el ex Presidente no tiene una identidad doctrinaria tan nítida pero gusta de personificar todos los roles.

Guillier sin mochilas

- ¿Cree viable que Lagos remonte en las encuestas?

- Tengo dudas al respecto. Lagos enfrenta un doble problema. Por un lado, la izquierda no le cree mucho. Lo identifican con aquella Concertación que más dispuesta estuvo a negociar sus convicciones socialistas. Por el otro, las nuevas generaciones lo miran como un tótem de la transición, parte de aquel elenco que se resiste a la jubilación y entorpece la renovación.

Esto no significa que no tenga virtudes como candidato. Lagos es un estadista, entiende la complejidad de los problemas públicos y tiene una visión privilegiada del panorama global, pero tengo la impresión que esas virtudes son valoradas por un segmento muy acotado de la población.

- ¿Cree que Guillier puede ser más competitivo que Lagos frente a Piñera?

- Eso dicen las encuestas. No me extraña demasiado. Guillier no carga con tantas mochilas como Lagos, todavía está viva su imagen de comunicador con altos niveles de credibilidad, y está dispuesto a moverse con flexibilidad y ambigüedad ideológica para acomodarse donde sea necesario. Es tentador compararlo con la Bachelet del 2005: nadie sabía mucho que pensaba, pero todos creían que pensaba lo mismo que uno.

- ¿Cuánto tiempo cree que puede mantener el discurso de independiente que parece ser que le gusta a la gente?

- Tiene espacio para seguir abusando de esa narrativa. No es lo más sano para Chile que un candidato con expectativas reales de llegar a La Moneda ningunee a los políticos, pero es ciertamente rentable. Los radicales no harán nada al respecto. Estaban en la quiebra y acaban de tropezarse con una mina de oro. Le van a permitir los desvaríos demagógicos que sean necesarios, creo, con tal que siga punteando la carrera por el lado oficialista.

- ¿Cuánto puede contribuir a la campaña opositora el discurso de que Chile se está cayendo a pedazos?

- Es un discurso odioso en la forma y poco honesto en el fondo, pero es algo que no le quita el sueño a la derecha. Es un sector político que está dispuesto a quemar la pradera con tal de sacar al adversario. Si Piñera vuelve a ganar en 2017, no esperen un clima de amistad cívica.

- ¿Puede afectar a la continuidad de la Nueva Mayoría la decisión que tiene que tomar la DC sobre llevar candidato a primera vuelta o no?

- Si lleva, sería una señal evidente hacia la fragmentación de la coalición. Pero, eventualmente, podría reconducir a un acuerdo político más honesto en segunda vuelta con las fuerzas del progresismo. Quién podría representar a la DC en ese escenario, pues no tienen ninguna figura bien aspectada. Una vez que Ignacio Walker superó su ilusión, creo que tanto Carolina Goic como Francisco Huenchumilla son posibilidades interesantes.

 

"es falaz que los chilenos estén pidiendo a gritos que vuelvan las ideas de derecha"

 

- Belisario Velasco dice que Mariana Aylwin quiere llevar a la DC hacia la centroderecha, ¿es posible?


- No me convence. No conozco muchos DC que se sientan cómodos con la idea de estar con la derecha. Mientras los elencos dirigentes sigan emocionalmente vinculados a las experiencias de la dictadura, no hay caso. Menos ahora que ganó Van Rysselberghe en la UDI.


- ¿Ve a la DC y el PC juntos en una nueva coalición de centroizquierda?


- El poder es el mejor pegamento. No digo que los militantes de la DC sean mercenarios de puestos públicos, pero hay una dimensión humana relevante a considerar cuando se juega con miles de cargos de confianza política. El PC también es un partido pragmático. Si Guillier logra retener La Moneda, en una de esas los dirigentes DC también se olvidan convenientemente de leer el programa.


- ¿Es posible que Chile se esté derechizando?, se lo pregunto por la alta desaprobación de Bachelet y su gobierno.


- No necesariamente. Después del 2011 se escribió que Chile pedía a gritos un cambio de modelo. Y Michelle Bachelet se lo compró entero. Al año siguiente de su elección ya estaban todos editorializando que quizás habíamos cometido un 'error de diagnóstico'. Tengo la impresión de que varios actores de derecha -especialmente después del triunfo relativo en las municipales- están dibujando un diagnóstico igual de equivocado. Me parece falaz sostener que los chilenos están ahora pidiendo a gritos que vuelvan las ideas de la derecha.

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