DC profundiza la crisis en la NM y se ausenta del Comité Político en señal de molestia
La polémica por el cambio de metodología del informe de competitividad dejó en último plano la bravata del falangismo.
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Con la notoria ausencia de la timonel de la Democracia Cristiana (DC), Myriam Verdugo, se reunió ayer el Comité Político en La Moneda y lo propio hicieron más tarde los presidentes de partidos de la Nueva Mayoría, en la sede del Partido Socialista.
El hecho molestó profundamente a los representantes del falangismo, ya que su decisión de suspender las negociaciones por la mesa de la Cámara con el resto de la futura oposición debido a que las bancadas PS y PC rechazaron la nominación del presidente del Senado, Andrés Zaldívar, fue opacada por el escándalo del ranking de competitividad del Banco Mundial, que juicio de la clase política afectó a Chile y también por las renuncias de los directores de la derecha al directorio de Televisión Nacional.
Fue el diputado Gabriel Silber (DC), quien dio a conocer la postura de su partido en el Patio de Los Cañones, en La Moneda, luego que los timoneles ya se habían retirado hacia la sede del PS, los que luego descartaron que haya habido espacio para analizar la postura de la DC.
De hecho, consultado el timonel PS por la susencia de la DC, señaló que la semana pasada conversó con Verdugo “y le manifesté nuestra voluntad de trabajo conjunto. Creemos que es necesario superar el episodio de la semana pasada, precisamente para generar un espacio de convergencia entre todos los que somos partidarios de los cambios profundos en Chile. Y en esa tarea, sin duda, que a la DC le corresponde un rol fundamental”.
Ante la posibilidad de que la DC llegara a un acuerdo con la derecha por la presidencia de la Cámara, Elizalde insistió en que un acuerdo debería adoptarse sobre la base del domicilio político de cada partido.
Por su parte, el timonel PPD Gonzalo Navarrete, menos diplomático, aclaró que si bien es objeto de preocupación “no estamos para ejercicios específicos”, aludiendo a la molestia de la DC. Añadió que “lo que viene es tan relevante que este tema de las escaramuzas debemos solucionarlo a la brevedad posible” y expresó su interés porque la DC “reinstale una forma de funcionamiento, después del día 27 en su junta”.
Ernesto Verlasco (PR), en tanto, dijo que las razones de la DC para ausentarse de la cita “no me parecen” y advirtió que “cuando uno tiene un problema no tiene que perder la capacidad de diálogo, incluso para expresar una molestia (...) y esto no ayuda”.
“Circo pobre”
“Más que preocuparnos de lo que se habló en el Comité Político nos preocupa lo que no se habló. Preguntamos si había sido motivo de debate, primero por parte del gobierno, lo que ocurrió con la situación de la DC o algún planteamiento de algún jefe de partido y nos señalan que no fue tema alguno de la agenda del Comité Político”, afirmó Silber molesto por el antecedente.
Según el diputado, ello da cuenta de la indiferencia del gobierno por la decisión de la DC, las razones que motivaron su determinación y que, adicionalmente, ello haya generado “cero impacto” entre sus socios.
Con estas señales de La Moneda, el diputado ratifica su convicción de que éste ha sido “un gobierno absolutamente ajeno como articulador político de la Nueva Mayoría, a lo menos hasta el 11 de marzo de este año”, ya que estima que el gobierno “no vislumbra lo deteriorado de nuestras relaciones políticas” y que, así, el final de esta administración está siendo como “una bajada de telón de circo pobre” y, más aún, advirtió que “esto está teniendo efectos políticos en el debate que vamos a tener como DC”.
La advertencia no hace más que acrecentar entre sus socios las suspicacias acerca de qué es lo que que realmente busca el falangismo. En la Nueva Mayoría hay quienes están convencidos de que la respuesta es “evidente” y apuntan al interés que tiene el falangismo de poder sacar un beneficio significativo de su reducida bancada de diputados, ejerciendo una fuerte influencia como portador de los votos significativos tanto para aprobar proyectos como para ponerles la lápida, en el próximo período electoral.