Las primarias del próximo 30 de junio no sólo serán la primera medición de fuerzas entre el oficialismo y la oposición con miras a las presidenciales de noviembre, también se traducirán en el primer gran test que enfrentará la coalición de gobierno -en el marco de un proceso electoral masivo amparado por la ley- con dos potentes contrincantes: Andrés Allamand (RN) y Pablo Longueira (UDI), tanto así que algunos han dicho que será un verdadero “choque de trenes”.
No obstante, ambos candidatos no estarían enfrentando este proceso en igualdad de condiciones, dicen fuentes del propio oficialismo, pues mientras algunos acusan que el candidato de RN corre en desventaja ante lo que sería “la maquinaria” de la UDI que cuentan con un amplio despliegue territorial -sólo a nivel parlamentario tiene 39 diputados versus 17 del partido de calle Antonio Varas- otros consideran que el gran desafío de Allamand será luchar contra “los recursos económicos” que respaldan la opción de Longueira.
En ese sentido, consignan que pese a que el ex ministro de Economía lleva apenas un mes de campaña, tras la bajada de Laurence Golborne, el despliegue de la propaganda de campaña en las calles ha logrado triplicar a la del candidato de RN que lleva casi 6 meses.
Voluntariedad v/s “acarreo”
Así mientras en la UDI apuestan a la disciplina de sus militantes para conseguir que su candidato se imponga en las primarias, desde el partido y comando del ex ministro de Defensa aspiran a la “voluntariedad” de los simpatizantes y adherentes de Allamand para concurrir a las urnas.
Es que pese a que el candidato del partido de calle Antonio Varas -según afirman en su comando- estaría superando por más de 10 puntos al abanderado del gremialismo, además de aventajarlo en conocimiento, grupo socioeconómico y tendencia política -de acuerdo a la encuesta CEP dic-2012 (ver gráficos)-, en su equipo se ha instalado la preocupación por lo que consideran el “acarreo” que puede hacer la UDI a fines de mes.
De hecho, cercanos a Allamand ven con preocupación la “presión” que habría ejercido el gremialismo sobre el gobierno para bajar la campaña informativa del proceso de primarias, pues creen que la UDI estaría apostando por el voto duro del sector por sobre una “baja participación espontánea”.
En este contexto se inscriben los insistentes los llamados del candidato RN a que tanto independientes como simpatizantes vayan a las urnas. Un tema que además forma parte de las gigantografías y dípticos que se comenzaron a desplegar desde el pasado viernes, con el inicio de la propaganda legal con miras a las primarias.
A lo anterior se sumarán los llamados a los simpatizantes del sector a que concurran a las primarias de la Alianza y no a las de la oposición con el objeto de dañar las opciones de Michelle Bachelet, así como la invitación a ejercer un “voto útil”, es decir que opten por Allamand, pues sería el único candidato que puede captar el voto de centro que quedaría “huérfano” después del 30 de junio y por lo tanto podría darle la pelea a la ex presidenta en las elecciones de noviembre.
“Choque de trenes”
Con todo, fue la irrupción de Longueira en la contienda electoral la que convirtió las primarias de la Alianza en una suerte de “choque de trenes”, pues a diferencia de lo que habría sido un enfrentamiento con Golborne, la disputa entre Allamand y uno de los “coroneles” de la UDI dio un giro a este enfrentamiento.
Tanto así que mientras Allamand acusaba la falta de trayectoria y experiencia política del ex ministro de Obras Publicas, con Longueira este panorama se revierte y reconocen desde el mismo comando que se enfrenta a un igual.
De ahí también el interés de Allamand por apuntar más allá del voto del sector, sino que captar el centro y los independientes, por lo que ha adquirido especial relevancia el apoyo de figuras como Felipe Kast, Felipe Lamarca y Juan Claro.