Por Ángela Chávez
En su primera actividad en terreno, la presidenta Michelle Bachelet inauguró ayer el año escolar en un establecimiento de Quinta Normal, junto a su ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, ocasión en la que reafirmó su compromiso por sacar adelante la reforma educacional.
“Vamos a cumplir el programa, por supuesto. Por eso votaron por mí, los que votaron por mí”, afirmó la mandataria, y junto con asegurar que el proyecto de ley que contendrá los ejes de la reforma lo enviará al Congreso dentro de los 100 primeros días de su administración.
La mandataria también pidió el apoyo parlamentario a la iniciativa, así como un gesto de generosidad de todos los sectores porque se trata de una medida “compleja”.
“Quiero pedirle a cada chileno la grandeza y la generosidad que se merece un proyecto de esta magnitud. Necesitamos unirnos, dialogar, ponernos de acuerdo, ser capaces de defenderlo en el Parlamento, pero también en los espacios sociales. La educación necesita este gran salto estructural ahora y este gran anhelo solo va a ser realidad si logramos trabajar todos juntos: el gobierno, los actores sociales, los parlamentarios, los técnicos y los estudiantes. De nosotros depende”, afirmó.
De igual forma, y aludiendo a los parlamentarios presentes en el acto, los senadores Guido Girardi (PPD) y André Allamand (RN), la presidenta dijo que esperaba contar con el apoyo del Parlamento. “Que bueno que están nuestros parlamentarios acá, porque esperamos contar con el apoyo entusiasta de ellos”.
Al repasar los ejes de su compromiso programático, enfatizó que “queremos que la educación sea un pilar fundamental en nuestro gobierno”, puntualizando que “vamos a llevar adelante una reforma educacional que integre, que asegure calidad y gratuidad”.
Así, detalló que la reforma abarca todos los niveles -educación inicial, salas cuna, prekinder, kinder, hasta la educación superior-, además de tratarse de una norma que “va a terminar con el lucro, que va a poner reglas del juego claras para que nadie se beneficie a costa de nuestros niños y niñas”, y que “lo que busca también es revitalizar la educación pública”.
En ese sentido, recordó que uno de los componentes de la reforma, es la desmunicipalización. “Vamos a terminar con la municipalización de la educación que nos dejó como herencia la dictadura, un modelo que finalmente lo que ha hecho es profundizar la desigualdad y condenar a los niños y niñas a no salir de la pobreza”.
De igual forma, Bachelet destacó que “vamos a derogar progresivamente el financiamiento compartido, garantizándose que no se afecte la calidad de la educación que reciban nuestros estudiantes y también poner fin a la selección”.
Para ello se creará un servicio, porque no queremos devolver al Ministerio de Educación a todos los colegios, sería lo más ineficiente y que lo que se buscará es generar un “Servicio Nacional de Educación”.
No obstante, la misma presidenta reconoció que sin una reforma tributaria no habrán recursos para la reforma educacional, “debemos asegurarnos de que esta reforma tenga financiamiento permanente, porque es fácil hacer un anuncio que no tiene financiamiento (…). Por eso que hemos dicho que en las próximas semanas, también dentro de los próximos 100 días de gobierno, vamos a enviar el Proyecto de Ley de Reforma Tributaria, que va a asegurar que los recursos que necesitamos para llevar adelante esta reforma, estén disponibles a tiempo”.
El estilo de puertas abiertas del ministro de Educación
Tres días antes que asumiera el cargo, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, se reunía con uno de los actores clave de la discusión de la reforma educacional: la dirigencia del Colegio de Profesores.
Así, el titular de la cartera ponía en marcha "la política de puertas abiertas" que ha intentado imprimirle a su gestión y, de paso, le hacía un importante "gesto" al gremio de los docentes en una suerte de apuesta que apuntaría a allanar el camino para evitar eventuales futuros focos de conflicto.
De hecho, la misma presidenta reconocía ayer que la reforma educacional "es una reforma compleja, involucra muchos actores y requiere no sólo de un trabajo técnico calificado, sino también de un diálogo franco, claro y abierto con los actores involucrados".
Y enfatizó que "el ministro, ustedes le ven la cara, está muy ocupado, ha trabajado muy fuerte y seguirá trabajando aún con más energía. Ya se ha juntado con los profesores, con el Colegio de Profesores, se seguirá juntando con alumnos, con los parlamentarios, obviamente, con los distintos actores, porque queremos, obviamente, un diálogo que sirva para avanzar, para que esta reforma pueda salir adelante a la mayor brevedad".
Por su parte, Eyzaguirre confirmó que ya se están realizando las gestiones para un encuentro con la Confech. "Tenemos las puertas abiertas y mis asesores ya están tomando contacto con los distintos dirigentes estudiantiles, pero la forma en que ellos conversen con nosotros o se manifiesten o no en la calle forma parte de su derecho democrático y somos respetuosos de aquello", sentenció.