El Banco Central confirmó en el IPoM lo que el mercado venía internalizando hace meses: que la inflación se ha salido del rango meta y que se mantendrá alta en los próximos meses.
Así, el instituto emisor aplicó una fuerte revisión al alza para el Índice de Precios al Consumidor (IPC) a diciembre, desde el 3% que proyectaba en el IPoM de marzo, hasta el 4% que estimó ayer.
La entidad reiteró su inquietud por el mayor costo de la vida que se ha registrado en el último tiempo. “En lo interno, una noticia relevante de los últimos meses ha sido el aumento de la inflación, que hoy se ubica en tasas anuales por sobre el 4%. Si bien este era un fenómeno en parte esperado por el bajo nivel previo de la inflación y, principalmente, el traspaso normal de la depreciación del peso a los precios, el nivel alcanzado superó tanto lo que proyectábamos en el último IPoM como en las expectativas privadas”, advirtió Vergara.
De hecho, el titular del banco destacó que entre octubre de 2013 y mayo de 2014, el IPC anual pasó desde un 1,5% a 4,7%, fenómeno que atribuyó gran parte al alza del dólar.
“Cuando se revisa la inflación de los últimos seis meses, se aprecia que su mayor incremento se ha concentrado en los componentes de la inflación subyacente de bienes y servicios cuyos precios están vinculados, directa o indirectamente, al tipo de cambio”, explicó.
Si bien Vergara reconoció que la inflación es una preocupación para el Central y que ésta se ha ubicado por sobre sus estimaciones, recalcó que el fenómeno es “transitorio”, ya que en lo próximo se espera que la menor actividad de la economía ayude a reducir presiones sobre los precios, a lo que se le agrega la caída que ha evidenciado la inversión.
“Con todo, en lo inmediato consideramos que el menor crecimiento disminuirá las presiones inflacionarias, cooperando a que la inflación retorne a 3% en el horizonte de política. El Consejo reitera su compromiso con la meta de inflación y tomará todas las acciones que sean necesarias para asegurar su retorno al 3% anual”, dijo el titular del Central.
De todas maneras, aseguró que el alza en las expectativas inflacionarias es uno de los principales peligros para la economía local. “Existen riesgos al respecto, en particular por la dificultad en la medición del nivel efectivo de las holguras de capacidad y el nivel de estrechez de los márgenes. Así, por ejemplo, la situación del mercado laboral aún es estrecha en relación con sus valores históricos y la evolución reciente del PIB, lo que podría incidir en la inercia y sensibilidad de los salarios nominales respecto de la evolución efectiva de la inflación”, advirtió.