“Ese es el mismo espíritu que va a llevar adelante el gobierno con todas sus reformas”, dijo la semana pasada la presidenta Michelle Bachelet al valorar el acuerdo sellado en el Senado entre el gobierno y la oposición para destrabar la tramitación de la reforma tributaria. Las palabras de la mandataria, si bien fueron resaltadas y repetidas por buena parte de la clase política y del mismo gabinete, generaron una tensión interna que obligó a las autoridades a precisar su postura en torno a los acuerdos.
Es que la inquietud que provocó el reclamo de los partidos y dirigentes que encarnan el ala más de izquierda de la Nueva Mayoría (NM), que temen que se esté reeditando la vieja “política de los consensos” de los ‘90, obligó a La Moneda a dar una señal para tranquilizar tanto a los comunistas (PC), como a aquellos dirigentes oficialistas que apuestan por cambios radicales y estructurales.
Ministro precisa
Así las cosas el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, aseguró ayer durante el comité político de palacio, donde participaron los presidentes de los siete partidos de la NM, además del ministro Eyzaguirre –invitado especial a la cita- que si bien “la democracia de los acuerdos” como se conoció “ya no va más” y que tampoco se trata de repetir la foto de 2007 en que dirigentes políticos oficialistas como oposición aparecen alzando sus manos tras el acuerdo educacional que terminó con la LOCE, el actual gobierno no renunciará al diálogo siempre y cuando no afecte a lo que se ha denominado “el corazón” de las reformas, ni acepte el veto de la derecha.
“La democracia de los consensos es de otra época, de la época de la transición. Aquí hoy somos mayoría, tenemos un mandato claro de la ciudadanía, llevar adelante un programa ambicioso de cambio y eso por supuesto no está en duda, sino que todo lo contrario. En la medida que las reformas estructurales, nunca pierdan el sentido de fondo, como es el caso de la reforma tributaria, no hay problema de hablar, conversar y alcanzar los acuerdos con los distintos sectores”, precisó el jefe de gabinete.
Puntos sobre la mesa
El senador DC Ignacio Walker, en su rol de vocero y coordinador de la Nueva Mayoría, fue quien abrió los fuegos en el comité político, para hablar en nombre de los timoneles más de izquierda, luego de aunar posiciones en una reunión previa que ya se ha hecho costumbre tener todos los lunes en las oficinas se la Segrpres, con los timoneles de la NM a solas. Tras ello, tomó la palabra el presidente del Partido Comunista, Guillermo Tellier, para ahondar en sus cuestionamientos a lo ocurrido la semana pasada con la reforma tributaria.También, hablaron en esa misma dirección, el senador del MAS, Alejandro Navarro, y el timonel de la Izquierda Ciudadana, Cristián Méndez. El tema tributario, en específico, quedó postergado a reuniones paralelas que sostuvieron dichos partidos, por separado con el ministro de Hacienda Alberto Arenas, con el fin de clarificar cuáles exactamente habían sido los cambios al proyecto original, para luego analizar si apoyarían o no las indicaciones.
Sin embargo, sí se estableció que cualquier nuevo proceso de negociación, ya sea en el Senado o en la Cámara Baja, iba a estar “bajo la atenta mirada de todos los partidos de la NM, sin excepciones”. Arenas, presente en la reunión, volvió a enfatizar que los cambios no alterarán el corazón de la reforma, calificando el acuerdo con la derecha como “algo instrumental”, según comenta un asistente.
Tellier, tras la reunión, mostró su conformidad con lo expresado por el jefe de gabinete “al decir que en este país ya se terminó la democracia de los consensos, aquel consenso perverso que hacía que una mayoría tuviera que someterse a una minoría”, señaló.
También, se reconoció por parte de La Moneda, lo poco afortunada que fue la “perfomance” mediática de la semana pasada en una “foto” donde todos querían aparecer, cuestión que esperan revisar desde el punto de vista comunicacional.