Una vez que el presidente Sebastián Piñera concluyó su intervención en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac) le pidió al anfitrión, el mandatario cubano Raúl Castro, un espacio para que la mandataria electa, Michelle Bachelet, dirigiera unas palabras en la jornada de cierre del encuentro.
Tras la venia de Castro, Bachelet saludó a los presentes y entregó líneas de lo que será su mandato en cuanto a las relaciones con la región. Apuntó a “trabajar juntos para que cuando tengamos que definir esa agenda de desarrollo post 2015, podamos hacerlo de manera conjunta, pensando y colocando en el centro de la discusión a nuestro pueblo para que avance el conjunto de la humanidad, como nuestra región”.
Agregó que “quiero ratificar mi compromiso con este instrumento (Celac), con América Latina y el Caribe, para desde cuando sea presidenta, a partir del 11 de marzo de este año, trabajar con todos ustedes para que podamos integrarnos, cooperar y realmente cumplir con los sueños y anhelos de nuestro pueblo”.
Así, Bachelet puso énfasis en uno de los temas que mayor crítica hacia la actual administración ha generado en su entorno: el estado de las relaciones con los países de la región, principalmente con los vecinos.
“Me espera un tremendo desafío, porque como todo Presidente electo la gente tiene tremenda expectativas, y la región también tiene tremendas expectativas de un instrumento como Celac. Eso nos obliga a trabajar con fuerza para transformar todas esas resoluciones, planes de acción y buena voluntad en avances concretos que permitan hacer lo que ellos esperan de nosotros, poder tener una vida más justa, más digna, mayor respeto y dignidad que todos nos merecemos”.
Al respecto, destacó la convocatoria de la cumbre y planteó que “creo que es una de las cumbres con más alta participación de número de líderes de la región, eso demuestra y ratifica la convicción de los Jefes de Estado y de gobierno de la urgencia de unir esfuerzos, para que esta América Latina y el Caribe sea una región donde efectivamente podamos hacer de ella una zona de bienestar, prosperidad, justicia, de derechos y oportunidades para todos estos hombres y mujeres”.
En la ocasión, Bachelet saludó al mandatario cubano, Raúl Castro, a quien felicitó por “la excelente presidencia pro témpore, la excelente hospitalidad y organización de esta cumbre, que se ha expresado entre otras cosas por una altísima participación de líderes”.
Finalmente, tuvo palabras para presidente Sebastián Piñera a quien le agradeció la invitación y destacó que esa práctica se ha convertido en una tradición en el país.