Hacienda le puso números a las anunciadas modificaciones en la estructura impositiva
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Tal como se esperaba, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, respondió ayer a las inquietudes que dejaron los principales contenidos del proyecto de ley de reforma tributaria que anunció la presidenta de la República, Michelle Bachelet, el cual inició ayer su trámite en el Congreso.
A los respectivos enunciados, entre los cuales destacaba los ajustes anticipados en el impuesto a las empresas y personas así como en el ámbito de los alcoholes, el secretario de Estado fue sumando las cifras aclaratorias. Y los números también se vincularon con los plazos referidos a la entrada en vigencia de la reforma.
El proyecto de ley respectivo, por su parte, añadió información más específica todavía sobre otros ámbitos, como el caso del tratamiento a las ganancias de capital.
Es otro de los puntos que mayor controversia ha suscitado en el debate público y uno de los principales ejes de la reforma tributaria: el aumento a la tasa del impuesto de primera categoría y, por consiguiente, la eliminación del Fondo de Utilidades Tributarias (FUT).
El anuncio del cese del mecanismo ha dividido a empresarios y economistas, entre quienes concuerdan que impactará en la inversión y el crecimiento, y aquellos que defienden la iniciativa. Ayer, el ministro de Hacienda, Alberto Arenas, detalló ante los miembros de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados cómo se implementará el nuevo gravamen. Confirmó que éste pasará del actual 20% a 25%, incrementándose a un 21% en 2014, un 22,5% en 2015 y un 24% en 2016 hasta alcanzar un 25% en 2017.
El tributo operará sobre la base de renta devengada y continuará como un anticipo de los impuestos personales, manteniendo con ello la integración de gravámenes entre empresas y personas.
Como ya se anunció en reiteradas ocasiones, la medida se implementará a partir de la Operación Renta 2018, con lo que se terminará el actual mecanismo del FUT, que rige desde 1984.
Al respecto, el titular de la cartera puso énfasis en que "este sistema tributario se hace consistente con los principios de dar igual tratamiento a los ingresos provenientes del capital y del trabajo y dónde aporten más quienes generan más ingresos".
Asimismo, aseguró que la eliminación del FUT no impactará en las pequeñas empresas, sino que podrá favorecerlas, continuando con la misma línea de las declaraciones de la presidenta Michelle Bachelet, quien ayer insistió en que la mayoría de las sociedades chilenas no se verán afectadas con la medida.
"Todo empresario con utilidades tributables menores a $ 76 millones, donde se encuentra el 95% de las empresas en Chile, terminará pagando lo mismo que hoy o incluso menos cuando pase del sistema actual con FUT al devengado y se aplique la tasa máxima de impuesto a la renta de 35%", explicó el ministro sobre los efectos de la iniciativa. También ejemplificó el impacto que la iniciativa sí generará en los empresarios de mayor peso: "El dueño de una empresa de mayor tamaño, con utilidades de $152 millones al año y que hoy sólo paga 20% de impuesto ($30,4 millones) si retiene todas sus utilidades en el FUT, con el régimen devengado pagará $41,8 millones de impuestos".
Además, Arenas recordó que ya existe un mecanismo similar al nuevo sistema sobre base devengada en la actual ley sobre Impuesto a la Renta en la que, dijo, se incluyen los más de 200 mil contribuyentes que tributan bajo el régimen de renta presunta.
Pese a que tras la reunión que mantuvo con la ministra del Trabajo, Javiera Blanco, aún no conocía el detalle de la reforma tributaria, el presidente de la CPC reiteró su defensa al Fondo de Utilidades Tributables (FUT).
"El FUT no es una caja negra que tienen unos pocos ricos, el FUT beneficia las inversiones y a miles de propietarios de pequeñas empresas", afirmó Santa Cruz.
En esa línea, el lider gremial destacó que el mecanismo se puede corregir sin necesidad de ser eliminado.
"Si usted tiene goteras en la casa, no bote la casa, tape las goteras. Lo mismo pasa con el FUT, ya que ha demostrado ser un buen mecanismo".
Consultado por la depreciación instantánea, el representante empresarial destacó que si bien es una medida positiva, "es un paliativo que no suple los efectos positivos que las personas tributen por las utilidades retiradas".