El director de estudios de Libertad y Desarrollo (LyD), Tomás Flores, sostuvo
que el Gobierno ha actuado en forma correcta y oportuna al entregar liquidez en
dólares y pesos, con lo cual moderará la restricción que afecta en la actualidad
a toda la región. Sin embargo, aseguró que es necesario implementar nuevas
medidas que atenúen la brusca desaceleración de la actividad que se producirá
durante el próximo año.
A su juicio, "una de las lecciones que dejó la crisis asiática fue el
profundo impacto que tiene sobre las compañías, sobre todo las Pymes, el corte
de la cadena de pago".
Flores explicó que sin perjuicio de que se mantenga la liquidez del mercado,
las decisiones de consumo e inversión han comenzado a cambiar y ello
desacelerará la demanda agregada durante el próximo año. "Esto traerá consigo
que la producción, el PIB, también lo haga. Hasta ahora el rango de la
proyección fluctúa entre 2,5% y 3,5%, pero no debería
extrañarnos que se reduzca más en los próximos meses, llegando a un resultado de
nulo crecimiento".
Por ello, el experto aseguró que es posible utilizar nuevos instrumentos para
aliviar el flujo de caja de las empresas a través de la tributación de primera
categoría sobre las utilidades retiradas, permitiendo de esta manera que la
reinversión de utilidades esté exenta de impuestos.
Al respecto, Flores recordó el sustancial impacto dinamizador que tuvo la
reestructuración tributaria realizada en los ochenta para incentivar la
capitalización de las compañías, que estaban muy afectadas por la crisis de
1982-83.