Equilibrar las cuentas fiscales asoma como otro gran desafío para la era que inaugura Valdés en Hacienda
Posibilidad es restringuir gasto en próximos años o reconocer dificultad para llegar al balance a 2018.
- T+
- T-
Si el cuadro económico local luce desafiante a la llegada del nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, el panorama en materia fiscal no es muy distinto.
Y es que lograr un equilibrio entre gastos que se elevan y menores ingresos debido a una expansión del PIB por debajo de lo esperado y un cobre debilitado, presentarán un verdadero reto para el nuevo titular de Teatinos 120.
En los siete meses que han pasado desde que la Dirección de Presupuestos (Dipres) presentó el Informe de Finanzas Públicas 2015, el escenario real se ha alejado de los supuestos de crecimiento, ya que los pronósticos de los expertos apuntan a un PIB de 2,7% para este año, bastante menor al 3,6% que se planteó en el informe. En tanto, el precio del cobre promedia actualmente US$ 2,68 la libra, cifra muy por debajo al
US$ 3,12 estimado por la Dipres.
Esta mezcla de elementos ha generado dudas respecto a cerrar 2015 con un déficit efectivo de 1,9% y sobre todo si se podrá cumplir con la meta del gobierno de alcanzar el balance estructural a 2018.
Así lo plantea el economista jefe de Banco de Chile, Rodrigo Aravena, quien señala que el compromiso fiscal se realizó con supuestos que hoy "son mucho más difíciles de cumplir", sobre todo una reducción gradual del déficit a partir de 2016.
"La caída que ha tenido la inversión y las perspectivas a futuro, la mayor evidencia de que el ciclo del cobre estaría terminando, son elementos suficientes para preguntarse si tanto el precio del cobre de largo plazo como el PIB potencial debieran ser más bajos", sostiene.
El economista Patricio Rojas, de Rojas y Asociados, también cree que pensar en alcanzar el equilibrio fiscal en 2018 es algo complejo y postula que una de las primeras tareas de Valdés será revisar los ingresos del Fisco, lo que significará ajustar las estimaciones de PIB potencial -que no ve superior a 4% - y en el precio del cobre de mediano plazo, que estima por debajo de US$ 3.
"Sería mucho más razonable que el ministro sincerara las cifras, ajustara los supuestos y tengamos una situación mucho más coherente con lo que opina el mercado", manifiesta.
Además de los probables ajustes en los parámetros de la regla estructural, el economista jefe de Grupo Security, Dalibor Eterovic, subraya que el fuerte incremento del gasto fiscal este año está muy influido por el registrado por la recaudación de la reforma tributaria, (unos US$ 2.500 millones), y que en 2016 disminuiría en US$ 500 millones.
"Nuestras estimaciones apuntan a que un crecimiento del gasto fiscal en 2016 en torno a 6% sería aún consistente con un regreso al balance estructural en 2018. Esto significaría una caída en el crecimiento del gasto fiscal de más de tres puntos con respecto a este año, lo que es posible pero se ve políticamente difícil en un entorno en que los componentes privados de la demanda interna continúan muy deprimidos", expone.
De acuerdo a su escenario base, Hacienda optará por disminuir sólo levemente el gasto fiscal el 2016 con respecto al 2015.
Pablo Correa, economista jefe de Banco Santander, también ve complejo que se cumpla la trayectoria que se había estipulado para reducir el déficit. Con todo, agrega que es difícil que Valdés esté dispuesto a sacrificar una trayectoria hacia un balance o un leve déficit fiscal, ya que recuerda que él fue uno de los creadores de la regla "y está convencido de la credibilidad y la bondad de la misma".
Una posible solución a esta encrucijada, de acuerdo a Correa es volver a hacer una reforma tributaria, dado los problemas de diseño, implementación de la iniciativa aprobada el año pasado, "y que probablemente no cumplirá con las metas de recaudación". "En algún minuto, el nuevo ministro de Hacienda tiene que hacerse cargo de ello y la única forma va a ser reevaluando la estructura tributaria", afirma.
Para el economista Guillermo Lefort, dada la debilidad que ha mostrado la demanda privada y la necesidad de prolongar el estímulo fiscal a raíz de esto, es probable que se deba postergar la meta estructural.
"El déficit público es necesario para generar el impulso de recuperación que una economía débil requiere", dice el economista, en especial si se considera que el país tiene la capacidad de financiamiento público para mantener el déficit estructural "por un tiempo más".
"Sin embargo, es importante que se den señales claras respecto del compromiso fiscal de mediano y largo plazo con la solvencia fiscal", recalca.
Aravena comparte la idea de que Chile no tiene una necesidad imperiosa de cerrar el déficit fiscal ahora. "También hay espacio para preguntar si el déficit estructural se podría mantener el próximo año y comenzar la reducción gradual el 2017 y converger, por ejemplo, a un déficit de 0,5% en vez del 1%", expone.
Actualización de las cifras económicas
El proceso de instalación del nuevo ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, en Teatinos 120 se ha caracterizado por ponerse al día con las principales tareas del ministerio, entre las cuales hay una de muy corto plazo: actualizar las variables macroeconómicas.
Es que en julio, el director de Presupuestos, Sergio Granados, deberá asistir a la comisión mixta de Presupuestos -posiblemente acompañado de Valdés- para exponer la actualización de los supuestos con los que se construyó el Presupuesto fiscal de este año.
En septiembre de 2014, el entonces ministro Alberto Arenas envió al Congreso el erario nacional construido con un PIB para este ejercicio de 3,6%, lejos del 2,7% que anticipan los expertos consultados esta semana por el Banco Central. Ex el jefe de la billetera fiscal sostuvo que la economía se recuperaría este año para crecer en niveles en torno a 3%, en momentos en que el alto gasto fiscal sostenía Imacec sobre 2% en enero y febrero.
Por el lado del cobre, en tanto, el proyecto se elaboró con un precio del cobre en US$ 3,12 la libra, en un contexto en que el metal rojo se cotiza en US$ 2,68 por unidad promedio en lo que va del año, con un piso que se ubicó en torno a US$ 2,4 por unidad a inicios del actual ejercicio.
Respecto al déficit fiscal, el saldo efectivo para este año se estableció en 1,9% del Producto, saldo que ha sido cuestionado por analistas que anticipan que el déficit podría incluso superar el 3% del PIB este año por el bajo crecimiento y el menor valor del metal rojo.