Consumo acotado, inversión estancada y expectativas en terreno negativo son características que acompañarán nuevamente a la economía chilena en 2017 de acuerdo a Valentín Carril.
Para el economista jefe y estratega para Latinoamérica de Principal, el próximo año será parecido a 2016, estimando un crecimiento de la economía de 2%. La gran diferencia respecto a este año -dice- serán las elecciones presidenciales de noviembre, donde los programas económicos de los candidatos serán determinantes.
- ¿Qué escenario electoral tendría un efecto más positivo en la economía?
- Dependerá de los planes que presenten los candidatos, el mercado reacciona bien ante la certidumbre y los planes más concretos. Pero, mirando hacia atrás, la presidencia de Michelle Bachalet fue inicialmente bien recibida y ahora la percepción es negativa de acuerdo a las encuestas. Esperaría conocer bien los planes de gobierno y ahí recién el mercado podría reaccionar, pero eso no sucederá hasta la última parte del año, por lo que el efecto en 2017 va a ser mínimo.
- Algunos economistas han planteado que un candidato como Guillier agregaría más incertidumbre. ¿Cómo lo ve?
- Todavía falta mucha información para decir algo así. Trump tampoco tenía definido su gabinete y no causó negativismo, al contrario: la economía estadounidense siguió bien y, de hecho, cuando salió elegido el mercado agarró más vuelo y nadie sabía quiénes iban a formar parte del gobierno. Es un tipo que viene totalmente por fuera, mucho menos político que Guillier.
Ajustes a tiempo
- Con el pronóstico de crecimiento de 2% para 2017, ¿aún estamos lejos del potencial?
- Tengo una tendencia de crecimiento de 2,5% y salvo que exista un factor cíclico, algo del camino podríamos recuperar.
- En este momento, ¿llegar a ese nivel es optimista?
- No hay que mirar tan en menos un crecimiento de 2%, hoy es el estándar bueno de todos los países excepto Asia emergente. Los países que crecen significativamente más de 2% son muy pocos. Y comparado con los pares, el 2% de Chile no es tan malo, no está perdiendo el sitial como uno de los mejores de la región, lo que pasa es que el brillo que tenía el país se está ensuciando un poco y con señales bien claras, como la perspectiva negativa que puso Fitch a nuestra clasificación de riesgo.
Antes, nuestro nivel de deuda fiscal era increíblemente superior a todo el resto y hoy día es mucho mejor pero no increíblemente superior, destaca menos porque ha ido subiendo mucho más rápido que en otros países.
- ¿Qué tan alto es el riesgo de que las otras clasificadoras tomen una decisión similar?
- Cada una tiene sus modelos, pero debemos tener en cuenta que los números son los mismos para todos los modelos. Lo de Fitch es una señal de alerta y efectivamente, las otras clasificadoras pueden mirar los mismos números y tomar la misma decisión, pero hasta ahora no lo han hecho.
Una rebaja depende de la reacción que tenga el país y Chile está haciendo las cosas razonablemente bien, pero quizás no tan duramente como se está haciendo en otros países.
- ¿En qué se nota, por ejemplo?
- Acá se compró como austero un Presupuesto del gasto de gobierno creciendo 2,7% cuando el PIB va a crecer menos que eso. Es cierto que el ingreso fiscal podría crecer un poco más porque siguen llegando recursos de la reforma tributaria, pero en términos de relación gasto/PIB no es una cosa que sea tremendamente austera ni contractiva. El sistema político ha generado una reacción favorable pero no agresiva ante el problema del aumento de deuda, por eso la probabilidad de una rebaja en la clasificación es del 50%.
- Las proyecciones indican que la deuda fiscal va a seguir subiendo, ¿eso se puede revertir?
- La tendencia es súper fácil de revertir, lo que se tiene que hacer es que la deuda crezca menos que el PIB y para eso, el déficit fiscal debe ser menor. No estamos lejos de lograr quebrar la tendencia, pero probablemente hubiésemos necesitado un gasto fiscal que creciera 2% y no 2,7%.
La pregunta es ¿todos los gastos son realmente necesarios o hay algún gasto que podrías no hacer?
- ¿Se puede ser más austero en el próximo Presupuesto?
- Siempre hay cosas donde se puede ahorrar, lo que pasa es que a nadie le gusta, nunca es fácil, lo importante es hacer estos ajustes a tiempo. Como Brasil, donde se están haciendo ajustes onerosos -como aumentar la edad para recibir la pensión mínima-, pero no hay nada peor que esperar a hacerlo cuando ya viviste dos años de recesión. Es mejor equilibrar las cuentas antes, no cuando la deuda esta en 70% del PIB, ahí los ajustes son mucho más dolorosos.
En Chile estamos lejos de esos niveles, pero el escenario es el mismo: deuda fiscal alta que no se puede controlar. Por eso los ajustes hay que hacerlos ahora, cuando estamos más o menos bien y cuanto antes, mejor.