Un nuevo informe de la consultora Pronostica, liderada por Tomás Flores, ex subsecretario de Economía, Patricio Cortes, Director Ejecutivo y Profesor del ESE Business School y Alejandro Arriagada, Director Legal y ex fiscal del Ministerio de Economía, aborda la relación entre el uso que tendrá la Ley de Insolvencia y Reemprendimiento y el escenario económico.
Si bien el ex subsecretario de Economía fue enfático al señalar que “la Ley es buena, es un adelanto respecto de lo que había antes y efectivamente está pensada para que no se abuse de ella”, advierte que “la tasa de uso que se tendrá de la ley dependerá de la situación económica”.
Cuando se estudió la ley hace más de dos años atrás, la tasa de uso era menos de 1.000 personas en el primer año de vigencia. Flores repara en que “en la medida que cambió la situación económica, la tasa de uso de la Ley de Quiebras de personas, en particular, cambia dramáticamente, porque ésta sube más de lo que retrocede el PIB”. De esta forma, señala el economista, se registra una aceleración en la tasa de uso, lo que además se relaciona justamente con el último Imacec de 0,8%. “Esto tiene mucha relevancia, porque vemos que la economía se sigue enfriando, y eso tendrá un efecto en la tasa de uso de la nueva ley, mucho mayor al presupuestado inicialmente, porque mientras empeora la actividad, hay un incremento en el desempleo, y de ahí el mayor uso”, afirma.
El informe
Según se explica en el documento entregado por Pronostica, y relacionado a lo explicado anteriormente, el fenómeno que se daría a partir de octubre no sería simétrico ni lineal, razón por la cual las proyecciones aumentan más que proporcionalmente en la medida que disminuyen las expectativas de crecimiento de la economía.
Y si antes el escenario más probable era de un crecimiento cercano al tendencial (4,8%), actualmente las expectativas apuntan a una expansión de 2,5%.
Así, según la consultora, “las personas más expuestas a un escenario de insolvencia son las personas de clase media con ingresos variables, las cuales son muy sensibles a una pequeña caída de sus ingresos. El efecto se transmite porque el menor dinamismo económico afecta el componente variable del sueldo de estas personas aumentando la posibilidad de insolvencia. Por el contrario, cuando la economía mejora sólo un grupo pequeño de personas cae en insolvencia”.
Cabe recordar que en entrevista con Diario Financiero, la superintendenta de Insolvencia y Reemprendimiento, Josefina Montenegro, afirmó que según las estimaciones del regulador, por el lado de la demanda serían 106.849 los deudores que cumplirían con los requisitos para someterse al proceso, pero sólo 534 personas efectivamente participarían del proceso durante el primer año en vigencia. Y aunque en esa ocasión no se quiso referir a las cifras de Pronostica, sí explicó que “si asimilamos la tasa de uso de EEUU a Chile, máximo podríamos llegar a los 3 mil casos, sin olvidar que no son peras con peras, sino peras con manzanas”.

