La banca registró en septiembre una rentabilidad sobre activos de 2,2% anualizada, la más alta del año, que se explica por un ajuste extraordinario contable, que se tradujo en un efecto positivo en la utilidad neta de impuestos durante el mes, informó la Asociación de Bancos (Abif).
La promulgación de la reforma tributaria en septiembre, que aumentó la tasa de impuesto a las empresas, generó un aumento transitorio en las utilidades netas de impuesto por concepto del reconocimiento de impuestos diferidos. Para el caso particular de los bancos, este ajuste se origina, básicamente, en que para fines tributarios se reconoce un monto de provisiones por riesgo de crédito menor al que se deriva de las normas de la SBIF, generándose así un activo neto por impuestos diferidos para los bancos, el cual, dado el aumento de la tasa impositiva, genera una ganancia temporal para la banca.
Sobre la base de los estados contables de un conjunto de bancos que representa 95% de los activos totales del sistema, se estima que el ajuste impositivo aportó un 42% de las utilidades totales de la banca en septiembre. De esta forma, si se descuenta dicho fenómeno puntual, la rentabilidad del mes de septiembre habría sido similar a la obtenida en los meses anteriores. De hecho, el resultado antes de impuestos se mantiene prácticamente constante e, incluso, disminuye marginalmente en septiembre.
Las colocaciones bancarias acumulan un crecimiento en doce meses de 9,9% nominal a septiembre, tras haber experimentado un avance de 0,8% nominal mensual, cifra que continúa significativamente por debajo de lo observado en la primera parte del año. En términos reales, es decir, ajustadas por inflación, las colocaciones reales acumularon un crecimiento real de 5% a septiembre, lo que se compara con el aumento anual cercano de 8% real que mostraban a inicios de año.