La renuncia de Tamara Agnic a la Superintendenta de Pensiones (SP) no sorprendió a nadie. Hace más de un mes, en medio de todos los cuestionamientos por la polémica fusión Cuprum-Argentum, la autoridad había puesto su cargo a disposición de la Presidenta Michelle Bachelet, sin tener respuesta alguna.
Esta semana Agnic envió su carta de renuncia, la que no fue contestada por el gobierno. De hecho, éste tampoco acusó recibo de la misiva. El único pronunciamiento lo hizo ayer el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien reconoció que lamentaba los hechos.
Desde la misma superintendencia, los funcionarios también destacaron su pesar por la situación a través de un comunicado
Como sea, la señal es clara, comentan en el mercado. Esto responde a presiones políticas, donde las críticas que hizo la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, fueron clave.
Presiones políticas
“La renuncia obviamente que no llega por sorpresa, era algo inminente que uno esperaba”, señala un ejecutivo de la industria de las AFP, quien explica que esto no se debe a sus capacidades técnicas, sino que corresponde a una politización de la superintendencia que jamás debió ocurrir.
“Mi impresión es que el cargo antes sí era independiente, pero ahora se sobrepasó esa barrera”, indica otro ejecutivo del sector.
Así lo ve también un importante actor del mercado de valores. “Lo de la ministra Rincón es totalmente impropio. No puede andar pauteando lo que tiene que hacer o no una superintendenta. No depende de ella”, dice. A lo que agrega que estas cosas dañan a la institución, generando una imagen de un organismo técnico que es vulnerable a presiones políticas.
En ese contexto, las fuentes consultadas coinciden en que la SP debe avanzar hacia una mayor independencia y seguir el ejemplo de la Comisión de Valores que transforma a la actual SVS en una institución colegiada.
Desde la vereda política
Mientras, desde el parlamento la visión es completamente opuesta. El diputado DC Fuad Chahín señala que la salida de Agnic es correcta, aunque tardía. “Debilitó la institucionalidad. No podemos tener una superintendenta que descuide a los afiliados y se dedique a asesorar a una AFP”, dijo.
Los parlamentarios confirmaron que seguirán adelante con la comisión investigadora. Leopoldo Pérez (RN) señaló que “seguiremos recabando antecedentes para establecer eventuales responsabilidades en esta operación”.
Nicolás Monckeberg (RN), por su parte, señala que la permanencia de Agnic era insostenible. “Lo más recomendable era esperar la respuesta de la Contraloría, pero fue más fuerte la presión de la ministra Rincón y los parlamentarios oficialistas”.
En tanto, el senador Alejandro Navarro (MAS), dice que “de nada sirve que haya renunciado, si finalmente Cuprum y Provida logran concretar el goodwill y eludir los US$410 millones”.