La inmobiliaria dueña de Hacienda Santa Martina -el club de golf emplazado en La Dehesa- concretó su solicitud a la justicia para iniciar un procedimiento de reorganización judicial. A fines del año pasado, uno de los acreedores pidió la quiebra de la sociedad, acusando una deuda superior a los $ 20 mil millones.
84% de los pasivos corresponden al Banco Internacional.
Munir Hazbún compró la Hacienda Santa Martina hace unos cinco años. En ese entonces, Ricardo Aguad -hijo de Espir, que maneja el negocio y que lo desarrolló- dijo que el club tenía que afrontar compromisos financieros por $ 14 mil millones y que los nuevos dueños sanearon la deuda.
La familia Hazbún también es dueña del Instituto Valle Central, de los colegios Wessex y la Universidad de Aconcagua. Además, fue uno de los impulsores del barrio Vilumanque en Concepción.
En su solicitud de reorganización, la empresa dueña del club de golf (asesorada por el estudio Nelson Contador Abogados & Consultores, especializado en reorganizaciones y liquidaciones de empresas) explicó: “Poco tiempo después de concretarse la adquisición de Inmobiliaria Santa Martina por parte de su actual grupo controlador, en el marco de los hechos conocidos por todos a partir de octubre de 2019 se dio una situación de inestabilidad prolongada que provocó una merma considerable en la asistencia de los socios al club y en la celebración de eventos, con el consiguiente efecto negativo en los ingresos operacionales”.
A esto sumó los efectos que le provocaron la pandemia, durante la cual, destacó la inmobiliaria, se impusieron diversas restricciones sanitarias que incluyeron el cierre obligatorio de instalaciones recreativas y deportivas, así como la prohibición de eventos masivos. “Como consecuencia de ello, la compañía se vio imposibilitada de operar por un período prolongado, enfrentando una drástica disminución de ingresos y una reducción significativa en el número de socios activos”, señaló.
La empresa sostuvo que, pese al término de la emergencia sanitaria, la recuperación del rubro que explota ha sido lenta y variable. “En efecto, la demanda de eventos aún no ha retornado a los niveles previos a la pandemia, y la incorporación de nuevos socios se ha mantenido en niveles bajos. Así las cosas, esta situación ha generado un deterioro persistente en los flujos de caja de la compañía, comprometiendo su capacidad de cumplimiento oportuno respecto de sus obligaciones financieras”, destacó la sociedad.
Luego, la firma aseguró que el grupo controlador ha “inyectando recursos propios de manera regular”, a fin de mantener la operatividad del club, conservar sus instalaciones, cumplir con sus obligaciones y seguir prestando servicio a los socios actuales. “No obstante lo anterior, y en atención a la crítica situación financiera por la que atraviesa la Compañía, resulta indispensable que Inmobiliaria Santa Martina se someta al procedimiento de reorganización judicial”, dijo la empresa.
Las deudas y activos
En su solicitud de reorganización judicial, la inmobiliaria reveló pasivos totales por más de $ 47.904 millones, los que bajan a $ 30.894 millones excluidas las empresas relacionadas.
De esta última cifra, los principales acreedores son el Banco Internacional, con el 84% de los pasivos (excluidas personas relacionadas), equivalente a $ 25.963 millones. Le siguen Primus Capital, con el 3% ($ 1.063 millones) y la Tesorería General, también con el 3% ($ 984 millones).
Otros acreedores bancarios que figuran en la lista presentada por la inmobiliaria son los bancos Security, con el 1,17% ($ 362 millones) y el Itaú, con el 0,12% ($ 36,9 millones).
En cuanto a los activos, Santa Martina los cuantificó en $ 39.234 millones, de los cuales $ 30.406 millones corresponden a inmuebles. También figuran cuentas por cobras a empresas relacionadas por $ 8.155 millones.
En diciembre del año pasado, el Banco Internacional (ligado a Inversiones la Construcción, controlado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) demandó ante la justicia el inicio de un procedimiento concursal de liquidación de la Inmobiliaria Santa Martina. La entidad financiera acusó una deuda superior a los $ 23.385 millones.
“Banco Internacional tiene derecho a demandar el inicio del procedimiento concursal de liquidación de la empresa deudora, toda vez que Santa Martina ha cesado en el pago de una obligación propia de la actividad de su giro, la cual consta en diversos títulos ejecutivos vencidos con el acreedor solicitante”, dijo el abogado del Banco Internacional, Benjamín Grebe, en una presentación a la justicia con fecha 20 de diciembre. “Las obligaciones impagas de Santa Martina constan en títulos ejecutivos, están incumplidas, son líquidas, exigibles y no se encuentran prescritas”, añadió.
La denunciante dijo que la inmobiliaria debía realizar el pago de la totalidad de la deuda a Banco Internacional con vencimiento el día 28 de agosto de 2024, acorde con la cláusula sobre la forma de pago del capital e intereses contenida en los pagarés, lo que se incumplió, sostuvo el banco.
Adicionalmente, la entidad financiera destacó que en los pagarés, en la cláusula sobre aceleración por retardo, se estableció que el no pago oportuno de todo o parte del capital y/o de los intereses adeudados por Santa Martina, le facultan para hacer exigible el saldo total de lo adeudado.