Propuesta comercial débil, falla de emprendedores al pedir fondos Corfo
No entender bien el modelo de negocios, contar con un bajo nivel de diferenciación frente a la competencia, pero por sobre todo, presentar una propuesta comercial débil...
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Por F. Orellana/ S. Carrié
No entender bien el modelo de negocios, contar con un bajo nivel de diferenciación frente a la competencia, pero por sobre todo, presentar una propuesta comercial débil, se han transformado en los principales errores que cometen los emprendedores a la hora de postular a capital semilla de Corfo, el principal instrumento de financiamiento público para fomentar negocios innovadores en las personas y empresas.
Ese es el diagnóstico que realiza Adrián Magendzo, subdirector de Emprendimiento Innovador de InnovaChile de Corfo, al comentar las principales trabas de los postulantes, y que se suma también a que “tampoco tienen mirada global, lo que provoca que muchas veces el comité evaluador (que lo integran cuatro personas) diga que no. Lo que ocurría anteriormente era que llegaban con una idea muy inicial del proyecto”.
Explica que con el financiamiento antiguo de capital semilla -vigente hasta fines de 2010 y que contaba con dos líneas- se presentaban en promedio unos 400 postulaciones al año, pero sólo se aprobaban 190.
En cuanto al perfil, los jóvenes están catalogados como emprendedor “típico” o tradicional, que por poca experiencia le cuesta salir adelante y es muy probable que a la segunda oportunidad pueda salir victorioso. Están los exitosos, de entre 30 y 40 años de edad, menos en cantidad pero con mejores resultados en sus proyectos, por mayores capacidades, contacto y roce con el entorno.
Hoy, la línea de financiamiento es más flexible, que entrega financiamiento en dos etapas del proyecto y que depende de sus resultados, sumado a incentivos monetarios (“premios”) a las incubadoras para que promuevan el éxito de sus emprendimientos.
A la fecha ya han postulado 13 iniciativas, y esperan que aumenten las propuestas, sobre todo de quienes quieran probar y ver si su proyecto tiene sustento en el mercado, pero serán menos aquellos que pasen la prueba y reciban recursos para la siguiente fase.
“Con el sistema nuevo, los emprendedores tienen un monto para que puedan dar una vuelta al tema y hacer una propuesta adecuada, y con eso vamos a lograr que el sistema se depure, porque hoy las propuestas son débiles comercialmente. Pero en general, los emprendedores deben fijarse bien en la diferenciación, capacidad de crecimiento de las ventas y llegada a mercados internacionales”, indica.
Plazos más acotados
Tres semanas es el plazo que se ha propuesto InnovaChile para aprobar o rechazar un proyecto, bastante menos de los casi cuatro meses que demoraba el sistema antiguo. La anterior demora en la entrega de resultados fue lo que más dificultó a los emprendedores con este tipo de financiamiento.
Así lo señala Francisco Seguel, creador de Mundo Marino y Life Gourmet: si bien “fue un proceso fluido, la entrega de los recursos fue muy lento. Por eso es que el ímpetu que uno le pone al proyecto y la confianza, son claves para su éxito”.
“Fueron tiempos realmente excesivos y eso es perjudicial para empresas que son dinámicas. Aún faltan cosas por mejorar, pero estoy agradecido porque ayudó a solventar gastos propios de la empresa”, opina Marcos Vera, de Sonusland.
Ricardo Molina, de Cervecería Santa Cruz, llama a informarse para postular, ya que “generalmente los microempresarios tendemos a pensar que todos estos instrumentos son muy lejanos y no es así”.