OpenAI está dando marcha atrás en sus planes de convertirse en una empresa con fines de lucro más convencional tras enfrentarse a la creciente presión de exempleados, académicos y rivales, incluido el multimillonario Elon Musk.
El desarrollador de ChatGPT anunció este lunes que está avanzando en un esfuerzo por reestructurar su división con fines de lucro como una corporación de beneficio público, pero que el negocio en su conjunto permanecerá bajo el control de su organización sin fines de lucro. Este cambio en sus planes mantendrá la estructura actual de OpenAI.
"Tomamos la decisión de que la organización sin fines de lucro mantenga el control de OpenAI tras escuchar a líderes cívicos y entablar un diálogo constructivo con las fiscalías de Delaware y California", declaró el presidente de la junta directiva de OpenAI, Bret Taylor, en un comunicado, refiriéndose a los dos estados encargados de revisar la reestructuración. "Agradecemos a ambas oficinas y esperamos continuar estas importantes conversaciones".
La startup se fundó hace una década como una organización sin fines de lucro con la misión de desarrollar Inteligencia Artificial (IA) para el beneficio de la humanidad. Cuatro años después, OpenAI creó una filial con fines de lucro para financiar los altos costos del desarrollo de IA. En diciembre, OpenAI anunció que estaba evaluando un plan para convertir su negocio en una corporación de beneficio público, manteniendo una rama sin fines de lucro que poseería acciones de la entidad con fines de lucro, pero que ya no la controlaría.
Una estructura simplificada con fines de lucro se considera más atractiva para los inversores, pero en una llamada con periodistas el lunes, Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, afirmó que el enfoque revisado seguiría logrando el mismo objetivo, incluso con la organización sin fines de lucro al mando.