Los Ángeles/Washington/San Francisco
Cientos de marines serán desplegados en Los Ángeles a pesar de los llamados del gobernador de California, Gavin Newsom, de no enviar fuerzas federales, lo que marca una nueva escalada en un enfrentamiento entre el estado más poblado de Estados Unidos y la administración de Donald Trump.
Unos 700 marines serían enviados a Los Ángeles para proteger “al personal federal y la propiedad federal”, dijo este lunes por la tarde el Comando Norte de EEUU.
La medida se produjo pocas horas después de que Newsom, gobernador desde 2019, anunciara que el estado demandaría a Trump por una decisión independiente de desplegar tropas de la Guardia Nacional para sofocar las protestas del fin de semana.
“Esta es una crisis fabricada para permitirle tomar el control de una milicia estatal, dañando así los cimientos mismos de nuestra república”, dijo el gobernador de California, Gavin Newsom.
Los militares en servicio activo suelen prestar asistencia durante desastres naturales y otros incidentes, pero es muy poco frecuente que se les despliegue para colaborar con las fuerzas del orden.
Newsom acusó a Trump de “sembrar el miedo y el terror” en un comunicado emitido el lunes junto con Rob Bonta, el fiscal general del estado. “Esta es una crisis fabricada para permitirle tomar el control de una milicia estatal, dañando así los cimientos mismos de nuestra república”.
La movilización de los marines se produjo tras la llegada de unos 300 miembros de la Guardia Nacional a Los Ángeles el domingo. El fin de semana, Trump decidió “federalizar” la Guardia Nacional de California, transfiriendo el control de las tropas militares del estado al control nacional. El Presidente autorizó específicamente el despliegue de 2 mil guardias.
Las tropas de la Guardia Nacional tomaron posiciones en el centro, donde miles de personas se congregaron para protestar contra las redadas de los agentes federales de inmigración en el estado.
Los guardias utilizaron gases lacrimógenos contra la multitud, según testigos. Otros agentes del orden, incluyendo el Departamento de Policía de Los Ángeles, estaban presentes.
Las manifestaciones sacudieron la ciudad el domingo por la tarde, cuando taxis de Waymo fueron incendiados y una gran multitud bloqueó un tramo de una importante vía. La policía declaró el centro de la ciudad como “zona de reunión ilegal” y arrestó a decenas de personas durante el fin de semana.
Otra manifestación para protestar contra las redadas de inmigración y la detención del líder sindical David Huerta estaba prevista para el centro de la ciudad este lunes por la tarde.
Trump versus Newsom
La demanda de California marcó la última escalada en un enfrentamiento entre la Casa Blanca y los líderes estatales y locales, mientras Trump y sus aliados avanzan con sus amplios planes para fortalecer los poderes presidenciales.
Trump y Newsom han sido rivales desde el primer mandato del mandatario, cuando el gobernador asumió el liderazgo de la “resistencia” a su administración.
Actualmente, el también exalcalde de San Francisco figura como uno de los políticos demócratas más destacados y se le considera un posible candidato presidencial en 2028.
En un momento del intercambio de palabras entre ambos el lunes, Trump respaldó la idea de que Tom Homan, director interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), arrestara a Newsom.
“Yo lo haría si fuera Tom. Me parece genial”, dijo Trump al regresar a la Casa Blanca desde Camp David. “A Gavin le gusta la publicidad... Ha hecho un trabajo pésimo. Me cae bien Gavin Newsom; es una buena persona, pero es tremendamente incompetente, todo el mundo lo sabe”.
El Presidente también afirmó que “las personas que están causando el problema son agitadores profesionales, son insurrectos”. Más tarde dijo a los periodistas: “No lo llamaría exactamente una insurrección, pero podría haber conducido a una insurrección”.
Newsom declaró que la incorporación de las tropas de la Guardia Nacional solo había empeorado la situación. “Federalizar la Guardia Nacional de California es un abuso de la autoridad del Presidente bajo la ley, y no es algo que tomemos a la ligera. Solicitamos a un tribunal que anule esta orden ilegal y sin precedentes”.
Trump ha acusado al gobernador de mentir sobre la situación. El Presidente insistió en que Los Ángeles habría quedado completamente destruida sin la Guardia Nacional.
El poder presidencial
Federalizar la Guardia Nacional es inusual. El Presidente George H. W. Bush envió guardias a Los Ángeles en 1992 para controlar los disturbios tras la paliza que la policía propinó a Rodney King, una medida solicitada por el entonces gobernador de California, Pete Wilson. Esta vez, Trump desestimó los deseos de Newsom.
La última vez que un Presidente de EEUU desplegó la Guardia Nacional de un estado sin que el gobernador se lo pidiera fue en 1965, cuando Lyndon Johnson envió tropas para proteger a los manifestantes por los derechos civiles en Selma, Alabama.
La medida es el más reciente intento de la administración Trump por tensionar los límites del poder presidencial y obligar a los estados gobernados por demócratas a seguir los lineamientos federales.
El despliegue de la Guardia Nacional fue “claramente hecho como una demostración autoritaria de fuerza”, dijo Ryan Enos, profesor de gobierno en la Universidad de Harvard. “No hay ninguna razón política por la que la administración deba centrarse en lugares de Los Ángeles en lugar de lugares en estados republicanos”.
Andrew Weinstein, abogado y exdelegado público de EEUU ante la ONU durante el Gobierno de Biden, sostuvo que esta escalada forma parte de una estrategia más amplia. “Ya sea la politización sin precedentes de las Fuerzas Armadas, el ataque a la educación superior (...) Cada una de estas acciones resquebraja un poco más los cimientos de nuestra democracia”, indicó.