Los dos últimos grandes
bancos de inversión estadounidenses, Goldman Sachs y Morgan Stanley,
cambiarán su modelo de negocio y se convertirán en entidades
comerciales, tras ser aprobadas sus respectivas solicitudes por la
Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
Según un comunicado emitido por el citado organismo esta
madrugada, con esta transformación, ambas entidades pasarán a estar
controladas por la Fed, y también podrán acceder a los fondos de
emergencia de esta institución.
Asimismo, la Fed autoriza a la Reserva Federal neoyorquina a
extender el crédito a las filiales londinenses de Goldman Sachs,
Morgan Stanley y Merril Lynch.
Esta medida está condicionada a la obtención de la pertinente
autorización de las autoridades de competencia estadounidenses, que
tienen un periodo de cinco días para analizar la solicitud de Morgan Stanley y Goldman Sachs de convertirse en holdings bancarios.
En palabras del consejero delegado de Goldman Sachs, Lloyd C.
Blankfein, "creemos que bajo la supervisión de la Reserva Federal,
Goldman será considerada como una institución aún más segura, con un
balance excepcionalmente limpio y una mayor diversidad de fuentes de
liquidez".
Actualmente, ésta tiene dos entidades de depósito en
funcionamiento, los bancos Goldman Sachs USA y Europa, que atesoran
entre los dos un total de 20.000 millones de dólares en depósitos de
sus clientes.