Emilio Botín, presidente del Banco Santander, considera que,
a diferencia de lo que sucede en otros países, las entidades financieras
españolas no necesitan la toma de participaciones accionariales por parte del
Gobierno, "dada su solvencia y transparencia". Para encarar la crisis
Botín apuesta por medidas que no afecten al funcionamiento del mercado.
El presidente de la primera entidad española y séptima
mundial por capitalización bursátil subrayó la solvencia y transparencia de las
entidades españolas negando que ninguna de ellas vaya a necesitar la toma de
participaciones por parte del Gobierno de Zapatero, tal y como se ha visto
obligado a hacer el Gobierno Bush con nueve de las mayores entidades
estadounidenses.
Aún así, y pese a señalar las ventajas de contar con el
sistema financiero español y con la labor de su regulador -el Banco de España-
Botín considera que hay una serie de claves que hay que tener en cuenta a la hora
tanto de lidiar la crisis como de evitar que surjan nuevas situaciones como
esta. En primer lugar, Botín cree que hay que atender a la liquidez puesto que
ha demostrado "su capacidad de poner en peligro a algunas entidades".
La transparencia es otro de los puntos a tener en cuenta ya que la magnitud de
esta crisis está relacionada con la incertidumbre sobre quienes y en qué medida
se han visto afectados por ella. La crisis "también nos ha enseñado"
lo importantes que son los mecanismos de control y regulación, y apuesta por
una mayor coordinación entre supervisores en Europa.
Pese a alavar las virtudes del sistema financiero español y
de labor de su regulador, el Banco de España, Emilio Botín no cree que el
origen de la crisis se encuentre en un lugar concreto. No culpa de la situación
a EEUU ni a las hipotecas subprime, sino a "los excesos". El
presidente del banco cántabro cree que al rebasar ese límite "se ha
llegado a olvidar los fundamentos de la banca". Y esos fundamentos pasan
por volver a prestar atención al cliente, a los riesgos y a asumir la
existencia de ciclos económicos y financieros.