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Convención constitucional: La derrota de las coaliciones que gobernaron Chile los últimos 31 años

Contra todos los pronósticos, las candidaturas independientes por fuera de los grandes bloques ingresarán con fuerza al órgano constituyente de 155 miembros. ChileVamos no logra el tercio necesario para negociar y la centroizquierda (la lista del Apruebo), queda con menos representación que el Frente Amplio y los comunistas (Apruebo Dignidad), que le dan “el sorpasso”. La convención que redactará la nueva Constitución será incontrolable para los partidos tradicionales y las grandes coaliciones, los grandes castigados en unas elecciones con una participación en torno al 40%.

Por: Rocío Montes | Publicado: Lunes 17 de mayo de 2021 a las 04:00 hrs.
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Rocío Montes

La derecha no consigue el tercio

Posiblemente vendrán horas de cuchillos largos en el oficialismo, porque se buscarán culpables de la derrota. Las miradas, evidentemente, se dirigirán al Gobierno y a su 15% de popularidad. Pero ChileVamos, por las razones que fuere, no alcanzó el tercio que necesitaba para negociar las normas de la nueva Constitución: consiguó apenas unos 37 escaños de los 52 escaños que necesitaba (o 46, si no se contaban los de los pueblos originarios). El acuerdo con el Partido Republicano de José Antonio Kast, que fue resistida en parte del oficialismo, no bastó ni siquiera para alcanzar el piso mínimo. Las esperanzas del sector quedan reducidas a intentar acuerdos con los grupos moderados de la oposición, aunque incluso corre el riesgo de quedar excluido. Una de las grandes preguntas anoche era el papel que le tocará jugar tanto a la derecha como a la centroizquierda –en una gran encrucijada–, cuando la convención estará dominada en sus 2/3 por una izquierda muy diversa que tiene posiciones diferentes sobre múltiples contenidos constitucionales. Eso, sin contar con que en los convencionales de la lista de Chile Vamos tampoco tienen visiones totalmente alineadas (como Marcela Cubillos, de la UDI, y Hernán Larraín, de Evópoli).

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El “sorpasso” de la izquierda a la exConcertación

La lista “Apruebo Dignidad” –Frente Amplio, Partido Comunista y Frente Regionalista Verde– tendrá mayor representación en la convención constituyente que la lista del “Apruebo”, de la ex Concertación (DC, PS, PPD, PR, PRO, Ciudadanos e independientes, como el movimiento Nuevo Trato, de Pablo Vidal y Vlado Mirosevic): 28 escaños contra 25. En definitiva, al menos en cuanto a la elección del órgano convencional, la izquierda finalmente le dio el “sorpasso” a los sectores moderados de la oposición, que quedarán en una difícil posición dentro de la constituyente. No se lo esperaban, porque apostaban a quedar como la primera lista de oposición. Junto con la derrota de la derecha, que no alcanzó el tercio para negociar y tener poder de veto, este resultado de la centroizquierda representa un golpe inesperado a los dos principales bloques que gobernaron Chile desde el retorno a la democracia en 1990. De paso, resulta un fuerte impulso a las candidaturas presidenciales de Gabriel Boric (Frente Amplio) y del comunista Daniel Jadue (reelecto como alcalde de Recoleta con el 64% de los votos).

La irrupción de la Lista del Pueblo

La Lista del Pueblo se organizó desde las protestas en plaza Italia, desde el estallido de octubre de 2019 y tiene una evidente tendencia de izquierda, aunque al margen de los partidos tradicionales del sector, con los que no quisieron asociarse. Lograron llevar candidatos en 26 de 28 distritos y en casi todas las regiones (15) y, este fin de semana, se configuraron como una nueva fuerza dentro de la futura convención, al conseguir 24 escaños en el órgano. Algunos de sus electos –como Giovanna Grandón, conocida como Tía Pikachu– han declarado públicamente que votarían por la diputada Pamela Jiles para la presidencial de noviembre.

La parlamentaria, sin embargo, fue una de las grandes derrotadas de la jornada: su pareja, Pablo Maltés, obtuvo solo un 10% de la votación de gobernadores de la Región Metropolitana.

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La sorpresiva victoria de los independientes

No estaba en los cálculos que los independientes que postulaban por fuera de las listas de los partidos pudieran alcanzar tal nivel de votación: lograron 30 escaños, cuando las estimaciones indicaban que obtendrían entre ocho y 16 cupos. Fue una evidente señal de castigo a la clase política, en la que la ciudadanía no confía. Lo reconoció anoche el propio presidente Piñera: “La ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje al Gobierno y también a todas las fuerzas políticas tradicionales, que no estamos sintonizando adecuadamente con sus demandas y anhelos”, indicó el mandatario acompañado de todo su gabinete. “Debemos escuchar con humildad el mensaje de la gente”, aseguró desde La Moneda en referencia al gobierno, pero también a todas las fuerzas políticas. Con tan nivel de independientes, la convención constituyente será incontrolable por los partidos tradicionales y las grandes coaliciones. A los 30 candidatos electos por fuera de las grandes listas hay que sumarle todos los sin militancia que finalmente postularon bajo el alero de una colectividad. Este elemento le agrega un nivel de incertidumbre a la nueva Constitución. Del total de candidatos, solamente un 32% militaba en algún partido (411), mientras que el 68% (857) no pertenecía a ninguna colectividad. Destaca la buena participación del movimiento No Neutrales, que logró elegir a Patricia Politzer y Benito Baranda, entre otros.

Una discreta participación

La participación bordeó el 40%. Era una de las grandes preguntas de la jornada: si el sistema político y la institucionalidad eran capaces de canalizar la crisis social que se manifestó en las revueltas de octubre de 2019 y construir un camino que permita encontrar una salida sin poner en riesgo la democracia. El piso, de acuerdo a los expertos, era el porcentaje de participación del plebiscito de hace siete meses, donde participó el 50,9% del padrón, aunque la mitad de los ciudadanos optó por abstenerse, pese a la relevancia del referéndum. Finalmente, se superó el peor fantasma que rondaba estos días: el 36% de participación que se alcanzó en las anteriores municipales de 2016, la más baja desde la implementación del voto voluntario en 2012. Los números de este fin de semana ponen en duda el interés ciudadano y queda abierta la discusión sobre la base de legitimidad del proceso. En cualquier caso, parece haber cierto consenso en la necesidad de que Chile deba debatir sobre el restablecimiento del sufragio obligatorio, considerando las diferencias de participación entre regiones y entre las comunas populares y las acomodadas.

Un terremoto en la DC

El partido dirigido por Fuad Chahín ha sufrido una fuerte derrota en la elección de convencionales: logró elegir a apenas dos de los 25 candidatos electos en su lista (“Apruebo”). Este resultado no solo pone entre las cuerdas su gestión –aunque él mismo haya resultado escogido–, sino que a la candidatura presidencial de la senadora Ximena Rincón. Fue un resultado inesperado para una colectividad que, aunque se suponía que estaba en el otoño de su vida, podría dar una sorpresa esta jornada con la elección de gobernadores. Pero en la Región Metropolitana, el candidato del partido, Claudio Orrego, tampoco descolló: obtuvo solo algunos puntos más que la candidata del Frente Amplio, Karina Oliva, con la que se medirá en segunda vuelta el 13 de junio próximo (25,35% y 22,96%, respectivamente). Con este mal resultado de la DC, el escenario está abierto respecto de su presidenciable, que debe inscribirse en las primarias el miércoles. De acuerdo con la Cadem de ayer, la senadora Yasna Provoste subió 21 puntos y es la política mejor valorada por la ciudadanía. El Partido Comunista triplica a la DC en la convención: siete contra dos.

El dispar desempeño de los rostros políticos

Los candidatos de los diferentes sectores políticos que han ocupado cargos en los últimos gobiernos o en el Parlamento tuvieron un resultado dispar en la elección de convencionales. El exministro del Interior del Gobierno de Sebastián Piñera, el Evópoli Gonzalo Blumel, estaría fuera de la convención, al igual que la exdiputada y ex ministra de Educación de Ricardo Lagos, Mariana Aylwin. Tampoco resultó electa la que fue la primera ministra de Deporte de este gobierno, Pauline Kantor (Evópoli). El presidente de la DC, Fuad Chahín, estaría dentro del órgano constituyente, al igual que el ex ministro de Vivienda y la Segpres de la actual Administración, el RN Cristián Monckeberg. Dos de los que entraron: Felipe Harboe, abogado del PPD que renunció al Congreso para postular, y la ex ministra de Educación, la abogada constitucionalista Marcela Cubillos, que obtuvo la primera mayoría en el distrito 11. El Partido Comunista tuvo éxitos y fracasos: aunque logró elegir al ex ministro de Desarrollo Social del segundo gobierno de Michelle Bachelet, Marco Barraza, y al exdiputado Hugo Gutiérrez, que salió del Congreso para ser constituyente. Bárbara Figueroa, la actual presidente de la CUT, sin embargo, no logró entrar al órgano.

Nadie de derecha entre los mapuches

En los 17 escaños reservados para los pueblos indígenas, siete corresponden al pueblo mapuche. Entre ellos, no habría ninguno de la derecha, por lo que Chile Vamos no podría sumar a sus convencionales generales a rostros de esta etnia, al menos. Las mujeres arrasaron, por lo que el recambio de liderazgo tendrá rostro femenino en el mundo indígena. La machi Linconao obtuvo la primera mayoría, la segunda fue Natividad Llanquileo, mientras que Adolfo Millabur, de la Identidad Territorial Lafkenche, alcanzó la tercera mayoría de los pueblos originarios. Con el resultado de la convención, los pueblos originarios obtendrán todo lo que demanden, según apuestas los expertos. Asuntos centrales, como plurinacionalidad en Chile, tienen altas expectativas de poder aprobarse en un órgano como el que se eligió este fin de semana.

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