A inicios de la semana pasada, los máximos ejecutivos de las empresas que conforman el consorcio que se adjudicó la construcción y operación del complejo hospitalario Salvador-Geriátrico arribaron Chile.
Durante su periplo, los presidentes de la mexicana GIA, Hipólito Gerard (H.G.) y de la hispana Assignia Infraestructuras, Susana Monje (S.M.), se reunieron con la ministra de Obras Públicas Loreto Silva y el ministro de Salud Jaime Mañalich y manifestaron su confianza en el modelo de concesiones.
-¿Les preocupa que el nuevo gobierno, que está en contra de la concesión de hospitales, ponga fin a esta concesión?
-(H.G.): El consorcio tomó la decisión de invertir en Chile, dada la solidez y la fortaleza de las instituciones públicas chilenas, así como la seriedad de sus procesos, por lo que no tenemos ninguna preocupación, puesto que estas políticas trascienden a los cambios de gobierno.
-¿Cómo califican el proceso de concesión de hospitales en Chile?
- (S.M.): Le daríamos una muy buena calificación, debido a su transparencia, sencillez en la preparación de ofertas, así como una forma expedita de resolución.
-¿Qué ventajas tiene el modelo concesionado respecto de la construcción 100% público?
-(H.G.): Permite eficiencias en los plazos de construcción. Transfieres riesgos de tiempo, sobrecostos al concesionario, así como el financiamiento, con lo que las autoridades podrán disponer de la instalaciones para brindar los servicios públicos de salud a la población que lo necesita.
-Algunas críticas señalan que no está comprobado que mejore la gestión. ¿Cuál ha sido su experiencia?
-(H.G.): La experiencia ha sido positiva a nivel internacional, el valor agregado de la alianza público privada es la aportación de lo mejor de cada uno de los participantes. Por parte del sector público, el aporte de todo el personal y capacidad médica, y, por parte del concesionario, su experiencia en el control y operación del mantenimiento y los servicios no asistenciales.
-¿Qué aspectos tienen mejores indicadores bajo este esquema?
-(S.M.):Básicamente la puesta a disposición de unas instalaciones y equipos modernos al servicio de salud, teniendo como consecuencia una importante mejora en la calidad del servicio de salud pública.