De que el sector de las cooperativas de ahorro y crédito enfrenta diversas dificultades, nadie tiene duda. Esto porque la caída en sus ingresos, la desaceleración económica y una cartera más riesgosa que la de los bancos, entre otros factores, hacen que el panorama no sea el más optimista. Pero, además, hay un factor que es el que genera más preocupación: su situación patrimonial.
Y es que cinco de las siete entidades que están bajo la supervisión de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) exhiben marcadas pérdidas patrimoniales, considerando desde el 31 de diciembre de 2011 hasta el 30 de octubre de este año.
De acuerdo a los datos informados por el regulador, se desprende que las caídas más pronunciadas son las de Oriencoop (que no quisieron referirse a esta situación), y la de Ahorrocoop, que pasó de tener un patrimonio de $ 16.164 millones a $ 6.470 millones. Desde esa entidad detallaron que sus estimaciones apuntan a que tienen un déficit de su patrimonio de 45%, al 31 de noviembre de 2014.
La importancia de esta indicador, que los deja en una posición difícil, radica en que si la cifra llegar a caer un 50%, el Consejo de Administración de la entidad deberá llamar a una junta general de socios para acordar, entre otras cosas, un aumento de capital para sanear la situación. Esto según lo establecido por la resolución 1321 del Departamento de Cooperativas del Ministerio de Economía.
En todo caso, si esto llegara a suceder, no sería un hecho inédito, ya que Detacoop tuvo que realizar ese proceso hace unos años, luego de registrar pérdidas patrimoniales superiores al 50%. Sin embargo, desde esa institución afirmaron que "en el 2011, con una nueva administración, se inició un proceso de reestructuración general, tanto ejecutiva como de procesos internos", lo que les ha permitido mejorar sus índices patrimoniales.
Descuento por planilla
Las diversas entidades consultadas coincidieron que el factor principal que generó los problemas patrimoniales fue el dictamen que la Contraloría dictó en 2010, rebajando el descuento máximo por planilla de sueldos desde 40%, en algunos casos, hasta 15% para el sector público, quedando en un 25% de tope para el sector privado y las Fuerzas Armadas.
Desde Detacoop consignaron que, "efectivamente, el dictamen afectó a una de las unidades de negocio de la cooperativa, por lo que tuvimos que diversificar la cartera en otros sectores, tales como MyPES, Agrícolas y Crédito Directo".
Mientras que Ahorrocoop dijo que esto "significó que un porcentaje importante de nuestros socios dejaran de pagar, provocando un incumplimiento de pago". De este modo, la firma se vio obligada a modificar su modelo de negocio, orientado al pago directo, donde tuvo que asumir un riesgo mayor en sus colocaciones.