POR CATALINA GONZÁLEZ SALAZAR La empresa ícono de la fotografía finalmente cayó. Eastman Kodak se acogió ayer a la ley de quiebras marcando un hito en la crisis de una de las compañías más conocidas de EEUU, que comenzó cuando los consumidores alrededor del mundo comenzaron a pasarse de los clásicos rollos hacia la tecnología digital.
“Este es un paso necesario y lo correcto de hacer para el futuro de Kodak”, aseguró en un comunicado el presidente y director ejecutivo de la firma, Antonio Pérez. La empresa presentó los papeles en una corte de Manhattan, declarando US$ 5.100 millones en activos y US$ 6.750 millones en pasivos a fines de septiembre. Las unidades fuera de EEUU no forman parte de este proceso de quiebra, el cual provocó de todas formas que dejara de transarse en la bolsa de Nueva York.
Siete años en rojo La clásica marca falló en incorporar nueva tecnología frente a las cámaras digitales, el mismo producto que irónicamente inventó en 1975 generando una revolución para la industria de las imágenes. Pérez, un antiguo ejecutivo de Hewlett-Packard que llegó en 2005, intentó enfocarla hacia las impresoras comerciales y para clintes, pero no fue sufuciente para restaurar la negatibilidad de la empresa.
Desde 2007 que la compañía no percibía utilidades haciéndole difícil cumplir con su sustancial plan de pensiones y otras obligaciones de beneficios para sus trabajadores.
Sólo en 2008 registró US$ 1.760 millones en pérdidas.
Así, su valor de mercado terminó hundiéndose a menos de US$ 150 millones desde los US$ 31.000 millones que valía hace 15 años.
Sus acciones, que alcanzaron un techo de US$ 94 en 1997, terminaron ayer en apenas US$ 0,36. Pérez aseguró que la quiebra les permitirá maximizar el valor de sus activos tecnológicos, incluyendo sus patentes que aseguró son usadas en casi todas las cámaras modernas, smartphones y tablet.
Para cumplir este desafío Kodak nombró a Dominic DiNapoli, vicepresidente de la empresa especializada FTI Consulting, como director de la oficina de reestructuración.
La compañía obtuvo además una línea de crédito de 18 meses de Citigroup por US$ 950 millones con los que espera operar durante el proceso de bancarrota, el que se completaría en 2013.
Camino a la recuperación Así, al acogerse al Capítulo 11 no parece ser el fin para la empresa. Kodak intentará vender sus cerca