Tras registrar el mejor desempeño bursátil en 2015, Netflix tiene ambiciosos planes para este año: lograr grandes beneficios. Los inversionistas de la compañía se han mantenido tranquilos en un bajo nivel de rendimientos porque el director ejecutivo, Reed Hasting, aseguró que las cosas cambiarían tras completar la expansión global. Este hito ocurrirá en 2016, con la llegada del servicio de video online a más de 100 mercados, incluidos China, India e Indonesia.
La firma tiene previsto invertir US$ 5.000 millones en contenidos, más del doble del presupuesto estimado por el canal HBO, y duplicará su producción de series originales, además de debutar en el formato de los “talk show”. Si todo va según lo planeado, Wall Street espera que las ganancias lleguen a más de US$ 500 millones en 2017.
Netflix está ya en más de 60 países después de llegar a Japón, Australia y el sur de Europa durante 2015. No ha confirmado el número de suscriptores, pero las proyecciones de octubre son que añadió alrededor de 6 millones en Estados Unidos y 11 millones en el resto del mundo en 2015, alcanzando los 74,3 millones en total. Los beneficios, sin embargo, han sido relativamente bajos desde que salió a bolsa hace casi catorce años.
Este año, las utilidades serán de US$ 137 millones, según el promedio de las estimaciones recopiladas por Bloomberg. A partir de ahí, el mercado proyecta que podrían escalar hasta US$ 535 millones en 2017 y superar los US$ 1.000 millones en 2018. La clave está en seguir creciendo en suscriptores para cubrir sus inversiones, algo que dado su atractivo para los usuarios no debería ser un problema, opinan los expertos.