“La Fuerza Aérea Israelí tiene control total sobre los cielos de Teherán”, aseguró este lunes desde la base aérea de Tel Nof en Rehovot, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, asegurando en la misma alocución a los medios de comunicación que esto marcaba un “cambio en toda la campaña”.
Sin duda una jornada negra para Irán, que previo a las palabras del líder israelí vio “gravemente dañada” la mayor planta de enriquecimiento de uranio de Irán, en Natanz, según confirmó a la BBC el director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
“Nuestra evaluación es que, con esta repentina pérdida de energía externa, es muy probable que las centrifugadoras hayan resultado gravemente dañadas, si no destruidas por completo”, indicó Grossi. La citadas centrífugas son utilizadas para enriquecer uranio, un paso clave tanto en programas nucleares civiles como militares.
Otro golpe importante para la República Islámica fue el ataque a la emisora estatal. La estación fue alcanzada por un misil israelí mientras transmitía en vivo, quedando así el registro de una presentadora retirándose apresuradamente del set tras el impacto.
Irán quiere un alto al fuego
Con cuatro jornadas de abierta agresión, este lunes Irán consiguió nuevamente sobrepasar el Domo de Hierro de Israel con sus misiles hipersónicos, los que ya habían dañado gravemente una refinería petrolera en la costera ciudad de Haifa.
Sin embargo, las cuentas no están a su favor. Además de los severos daños a la infraestructura de Natanz, las pérdidas humanas ya alcanzan las 220, entre ellos el jefe de la Guardia Revolucionaria, Hossein Salami, importantes científicos de alto para el desarrollo nuclear y funcionarios de alto perfil de su inteligencia.
Así, primero trascendió en Wall Street Journal que Teherán buscaba a través de intermediarios del mundo árabe negociar un cese de las hostilidades que incluyera el asunto nuclear. Sin embargo, más tarde fue el ministro de Relaciones Internacionales, Abbas Araqchi, quien derechamente abogó por un alto al fuego, haciendo un llamado a Estados Unidos, histórico aliado de Israel en la región, y a su Presidente, Donald Trump.
“Si el Presidente Trump habla con sinceridad sobre la diplomacia y está interesado en detener esta guerra, los próximos pasos son cruciales (...) Israel debe detener su agresión, y si no cesa totalmente la agresión militar contra nosotros, nuestras respuestas seguirán. Basta una llamada desde Washington para silenciar a alguien como Netanyahu”, indicó el canciller iraní.
“Irán debería haber firmado el ‘acuerdo’ que les dije que firmaran. Qué vergüenza, y qué desperdicio de vidas humanas (...) ¡Lo dije una y otra vez! ¡Todos deberían evacuar Teherán de inmediato!”, dijo Trump en Truth Social.
Paralelamente, Teherán pidió a Omán, Qatar y Arabia Saudita que presionaran al mandatario estadounidense para que usara su influencia sobre Netanyahu para impulsar un alto el fuego inmediato, señalaron fuentes conocedoras de las tratativas a Reuters.
La posición de Trump
Trump confirmó que Irán quería llegar a un acuerdo y al respecto dijo: “Es doloroso para ambas partes, pero yo diría que Irán no está ganando esta guerra”.
Por la tarde, el jefe de Estado se limitó a replicar los llamados de Tel Aviv a desalojar Teherán, anticipando un nuevo ataque sobre la ciudad capital.
“Irán debería haber firmado el ‘acuerdo’ que les dije que firmaran. Qué vergüenza, y qué desperdicio de vidas humanas. En pocas palabras: Irán no puede tener una arma nuclear. ¡Lo dije una y otra vez! ¡Todos deberían evacuar Teherán de inmediato!”, escribió el Presidente en su red, Truth Social.
En otro frente, Trump se negó a respaldar una declaración propuesta por el G7 en la que se instaba a Israel e Irán a reducir la beligerancia. El borrador de la declaración, al que tuvo acceso Bloomberg, describía a Irán como la principal fuente de inestabilidad en la región y afirmaba que Teherán nunca debería tener armas nucleares.
Según el columnista de asuntos internacionales del Financial Times, Gideon Rachman, “son muchos en Washington los que creen -o temen- que EEUU se sumará a una segunda fase de la campaña de bombardeos, con el objetivo de destruir la planta subterránea de Fordow (tan importante como Natanz) y eliminar por completo el programa nuclear de Irán. Sin embargo, no hay garantías de que ni siquiera un ataque liderado por EEUU contra Fordow pueda lograr ese objetivo”.
Por su parte, Netanyahu no se ha mostrado proclive a un alto al fuego. “Quieren detenerse para luego seguir produciendo armas letales, tanto las armas nucleares que amenazan nuestra existencia como los misiles balísticos, pero estamos comprometidos a destruir estas dos amenazas”, declaró en el señalado punto de prensa, donde además afirmó: “Estamos en camino a alcanzar la victoria”.