Por primera vez desde que se inició la crisis económica
internacional -en septiembre de
2007-, las expectativas de las empresas dan señales de mejoría, reflejando la
previsión de que durante los próximos trimestres la actividad económica podría
repuntar, de acuerdo al Índice de Expectativas Empresariales (IEE) de la Cámara de Comercio de Santiago.
El IEE de marzo mejoró en 7 puntos respecto de
diciembre de 2008, subiendo desde 45 a 52 puntos. Esto significa salir de
la zona de pesimismo (bajo los 50 puntos) en que las expectativas empresariales
cayeron en diciembre pasado, ingresando en marzo en una zona de mayor
neutralidad, en la cual las empresas esperan condiciones generales e
individuales a un año plazo con menor volatilidad e incertidumbre en los
mercados financieros y reales.
En efecto, el 97% de las empresas encuestadas señala que
el momento actual es peor o igual que el de 12 meses atrás y sólo el 3% lo
considera mejor. Nunca antes en el período 2003-2008, este último porcentaje
alcanzó un valor tan bajo. En diciembre de 2008 fue levemente superior, (4%) y
entre los años 2004-2005 llegó a ser de 60%.
Respecto a la pregunta acerca del momento actual para
realizar inversiones, se aprecia un
panorama similar, con una leve mejoría dentro de su gravedad: Un 78% de las
empresas encuestadas considera que el momento actual es malo o incierto para
realizar inversiones, mientras que un 12% lo percibe como bueno. Estos
porcentajes muestran, además, una recuperación respecto a lo observado en diciembre
último, en que sólo un 7% de las empresas consultadas evaluó como bueno el
momento presente para realizar inversiones.
Contrastando con la negativa evaluación de la coyuntura
actual, las perspectivas de las empresas para los próximos 12 meses muestran un
moderado repunte, aún cuando se mantienen muy por debajo de los registros
históricos. Las firmas que esperan una mejoría en las condiciones económicas
futuras subieron de un 7% en diciembre pasado a un 26% en marzo de 2009, cifra
que si bien es superada por las firmas que prevén un deterioro (27%), podría
marcar un punto de inflexión en el actual ciclo de
expectativas.
El índice de marzo, de cualquier forma, sigue por debajo
del registro observado hace dos trimestres (septiembre, 59 puntos), y constituye
el más bajo desde que se realiza el estudio.
La alta sincronía de las políticas económicas globales,
la cordura que retoma lugar en los mercados de commodities, la menor volatilidad
de las bolsas de valores y la normalización de los spreads financieros y
soberanos, parecen ser un buen punto
de partida para una mirada futura de menor pesimismo. En el plano local, las
políticas económicas han sido bien evaluadas, tanto dentro como fuera del país,
colaborando también en prospectar un panorama mejorado para los próximos 12
meses.
La mejoría detectada en las expectativas empresariales
de marzo es generalizada y abarca a pequeñas, medianas y grandes empresas en
prácticamente todos los sectores de
actividad económica.