Macro

Daza: “Tenemos por delante años de frustración y conflictividad asociados al bajo crecimiento”

Director de QFR Capital Management defiende al ministro Valdés y advierte que el discurso reactivador del gobierno es “irrelevante” sin medidas concretas. “Bachelet destruyó la capacidad de alto crecimiento del país”.

Por: Rossana Lucero | Publicado: Lunes 11 de julio de 2016 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Un duro diagnóstico hace el reconocido economista chileno José Luis Daza sobre el momento del país. Desde Nueva York, el socio fundador de QFR Capital Management, parte aclarando que habla a título personal -”no represento a nadie”, dice- probablemente como un anticipo del eco que pueden tener sus palabras. “Dentro y fuera de Chile todavía hay gente que no absorbe la realidad de lo ocurrido durante este gobierno. Más allá del ciclo de commodities, Bachelet destruyó la capacidad de alto crecimiento idiosincrático del país a largo plazo”, expone.

“Ojalá me equivoque”, repara el experto antes de exponer su visión de futuro: “Tenemos por delante años de frustración, estancamiento en empleo y salarios, y de conflictividad, asociados al bajo crecimiento económico”.

Bajo su óptica, el crecimiento será un poco más o un poco menos, en línea con los ciclos de commodities, “pero no lo suficiente para solucionar serios problemas sociales, de pobreza, inequidad y malos empleos. No soy optimista, tenemos por delante la madre de todas las reformas: la reforma constitucional”.

- ¿Hay preocupación afuera por el rumbo político y económico del país?

- Chile es irrelevante en términos económicos globales salvo por su oferta en algunos commodities; no veo a nadie muy estresado. Pero Chile es un país simbólicamente importante, porque hasta hace poco representaba seriedad y competencia entre países emergentes, en manejo económico y político. Es el único país al sur del Río Grande cuyo ingreso per cápita convergía al de Estados Unidos en forma tendencial. Las reformas de Bachelet son un ejemplo de las prácticas autodestructivas del continente. Pero hay inercia en la reputación de las personas, instituciones y países y no hay mucha gente prestando atención a los detalles de lo que pasa en Chile.

- Usted ha sido muy crítico de las reformas del gobierno, incluso antes de que asumiera Bachelet. ¿Explican la debilidad de la economía local o hay un porcentaje que responde al contexto internacional?

- Me sorprende que la gente se sorprenda de lo que ha pasado. Bachelet fue muy honesta en su campaña. Dijo lo que iba a hacer, lo hizo en un contexto externo adverso y acá están los resultados.

- ¿No es oficioso el debate?

- El debate está agotado o debería estar agotado. El ciclo económico global era malo y Chile iba a crecer menos. Bachelet agravó la situación con reformas anti inversión, anti ahorro, anti sector privado, rigidización de la economía. Fin del debate.

- Hay gente que piensa que el problema no fueron las reformas, sino su implementación. ¿Está de acuerdo?

- No. Me parece una racionalización ex post de resultados que eran predecibles. La implementación fue amateur, pero desde mi perspectiva su importancia es de segundo orden. El problema fundamental es ideológico, de diseño, de ignorancia de sistemas complejos, ignorancia de economía moderna. Lo que pasó fue advertido por economistas y comentaristas antes de que el gobierno asumiera. Fuimos acusados de campaña del terror. Lo que dijimos iba a pasar, pasó.

- ¿No había que hacer reformas?

- Por el contrario, y lo he dicho en múltiples ocasiones: necesitamos importantes reformas y fui crítico de Piñera por no hacerlas. Es más, creo que en Chile había un consenso bastante transversal de que había que hacer reformas. Mi impresión es que hay un amplio grupo en el centro político, en la centroizquierda y centroderecha, que tienen una visión similar con respecto al futuro y respecto al tipo de reformas que deberíamos implementar.

- ¿En qué áreas había consenso?

- Educación, competencia en mercados, pensiones, inequidad. La desigual distribución del ingreso, sobre todo de desigual acceso a oportunidades, generan serios problemas de inestabilidad al sistema, pero también de ética y de moral, que hay que atacar en forma inteligente, profesional y con sentido de urgencia.

- El gobierno va a dedicar muchos más recursos a la educación, ¿son suficientes?

- La educación requiere profundos cambios. Modernizarla, flexibilizarla, modularizarla, cambiar currículos y formas de aprender y enseñar; subir sustancialmente el capital humano de los profesores, generar incentivos a estudiar; movilizar recursos privados para complementar los recursos públicos, dado que todo esto posiblemente cuesta más del 3% del PIB. Las reformas de Bachelet consolidarán un modelo educativo de hace cien años, rígido, obsoleto y cementará la pésima distribución de capital humano y de ingresos.

¿Ingeniero o cirujano?

- En su campaña, la Presidenta anunció reformas para tener una sociedad más “justa”. ¿No debía acaso perseguir su objetivo?

- La Presidenta puede tener muy buenas intenciones. Pero como dice el refrán “el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”. Chávez y Maduro hicieron su revolución para mejorar el ingreso de los trabajadores, mejorar la salud y alimentación de la población. Hoy el salario mínimo es de apenas sobre US$ 15 al mes al tipo de cambio de mercado; los hospitales se han derrumbado sin medicinas, sin agua, sin electricidad y la gente lucha en las calles por tener alimentación. Venezuela vive un infierno a pesar de las buenas intenciones. Algo similar, aunque claramente de diferente magnitud, pasó en Brasil y Argentina. No aprendemos.

- Entonces, ¿el problema lo genera la Presidenta?

- Principalmente, la Presidenta. Lo ilustro con un simple ejemplo: necesitamos diseñar las bases estructurales para la construcción de un edificio; podemos contratar a un ingeniero civil especializado en construcción de edificios con fama mundial o a un neurocirujano. Me parece lo más razonable contratar al ingeniero. Eso no implica ningún juicio de valor sobre el neurocirujano; simplemente, esta no es su área. Y si la líder del proyecto ignora los cálculos del ingeniero y sigue los consejos del cirujano, no quiero estar cerca cuando haya un terremoto.

“Talento en el centro político”

- ¿Cree en la preocupación del gobierno por el crecimiento? Hay una agenda para fomentar la productividad, que busca sumar ideas del sector privado. ¿Ayudará?

- Mientras no se aclare la reforma constitucional, la inversión no se va a recuperar en forma sostenida y el crecimiento seguirá bajo, siguiendo los vaivenes externos, aunque creciendo menos que el mundo. La teoría moderna de inversiones es muy clara en esta área; sabemos modelar cómo la incertidumbre afecta la inversión. Mientras no se aclaren las reglas en que operará la sociedad, la inversión difícilmente se va a recuperar.

- Hace dos años, cuando aún se proyectaba un PIB de 4% para este gobierno, usted advirtió que eso era irrealista, que el gobierno se debería dar con una piedra en el pecho si llegaba a 3%. ¿Se siente reivindicado? ¿Debemos acostumbrarnos a tasas más cercanas al 2%?

- Los economistas somos malos pronosticadores, pero podemos establecer rangos de razonabilidad. En este entorno global, tasas cercanas al 2% son más razonables de esperar que tasas al 4%. Hoy esta es una visión de consenso en relación a hace dos años, aunque también refleja algo de optimismo. Deberíamos estar contentos de que en este entorno global, a pesar de todas las reformas la economía creció.

- ¿Hay alguna razón para estar optimista?

- Sin haber estudiado en detalle, entiendo que el ministro Pacheco está haciendo un buen trabajo en energía, moderno, flexible, modular, trabajando con el sector privado. Puede ayudar a relajar restricciones al crecimiento.

También creo que el optimismo puede sustentarse en el capital humano del centro político en Chile. Incluso, si miramos a la centro-izquierda, que ya está en el poder, hay una sobreoferta de talento y excelencia en áreas como educación, economía, etc., que la Presidenta podría escuchar.

- ¿A quién se refiere en particular que la Presidenta podría llamar?

- Leo regularmente editoriales y artículos de prensa de Chile y sobresale gente como Alejandro Jadresic, René Cortázar, Manuel Marfán , José Joaquín Brunner y muchos otros. José De Gregorio, quien entiendo fue “castigado” por decir algo obvio y coherente referente a la gratuidad universitaria, tiene mucho que aportar. Todos ellos pertenecen a la coalición que gobierna, pero la Presidenta ha demostrado un alto grado de ideologización y total desinterés por sus ideas. Es insólito que la Presidenta desaproveche tanto talento.

 

¿Hay vida tras el brexit?

 

- ¿Qué tanto redefine el escenario económico internacional el triunfo del Brexit?


- La incertidumbre gatillada por el Brexit acentúa tendencias deflacionarias persistentes en los últimos cinco años. Caerá la inversión en Europa y Reino Unido, quien tiene un fuerte ajuste en el gasto por delante. El mundo crecerá algo menos, pero los bancos centrales mantendrán sus políticas de altísima liquidez, lo que limitará el daño en mercados globales.


A pesar del bajo crecimiento mundial, soy relativamente optimista con respecto a inversiones en mercados emergentes. Había dos fuerzas que le pegaban fuerte a los mercados emergentes: la desaceleración de China y las expectativas de alza de tasas de interés en EEUU. Creo que parte importante del ajuste a China se hizo vía tipo de cambio; el Fed postergará una vez más las alzas de tasas de interés. La enorme liquidez y el desplome en tasas de interés de largo plazo en países desarrollados son un soporte a los mercados. Las tasas en mercados emergentes siguen altas y atraerán capital.

 

su pesimismo por la Constitución

 

- ¿Cómo ha visto el debate por la reforma constitucional?


- Hay gran frivolidad en América Latina en cambiar Constituciones a cada rato y "empezar de nuevo". La experiencia del continente es negativa.


Además, con toda objetividad y honestidad intelectual, ¿alguien puede estar optimista sobre la Constitución que nos presentará la misma gente, con la misma ideología, que nos dio el Transantiago, la reforma impositiva, la reforma educacional y la reforma laboral? Todas esas reformas tienen un eje central ideológico, una visión sobre la sociedad, instituciones, su población, economía. Tengo la sospecha de que ese eje central se mantendrá.

 

"Antes de Valdés, Chile se dirigía hacia un precipicio fiscal"

 

- Internamente, ha surgido la inquietud por la situación del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés tras la salida de Jorge Burgos de Interior. ¿Cree que tiene sentido, o Mario Fernández puede ser un buen aliado para el discurso pro crecimiento?


- No conozco la dinámica del gabinete, pero el discurso pro crecimiento es irrelevante si no va acompañado de medidas que ayuden a generarlo. La Presidenta dice que su foco es el crecimiento y simultáneamente impulsa la reforma laboral más anti crecimiento que país alguno haya implementado en décadas. Va contra la modernidad, contra todas las tendencias en el mundo.


- ¿Ve aún con energía al ministro Valdés para liderar la recuperación de la actividad? Cuando asumió, usted planteó que su tarea sería difícil dado el escenario internacional y local, y los hechos lo han confirmado.


- Me imagino que debe estar cansado, pero sigue porque está consciente de los riesgos para el país si se va. Antes de que llegara Valdés, Chile se dirigía hacia un precipicio fiscal. Jugó y sigue jugando un rol clave y valiente en la contención del deterioro de la solvencia fiscal.


- ¿Se justifica la posibilidad de que las clasificadoras de riesgos nos bajen la nota?


- La combinación de menor crecimiento y altos compromisos fiscales elevarán sostenidamente el endeudamiento soberano neto y eventualmente bajarán la clasificación. Si no es por Valdés, habría ocurrido antes.


- En la reforma laboral el ministro Valdés apareció en el grupo de los perdedores y han trascendido diferencias con la ministra Rincón. ¿Le ha faltado apoyo de los ministros políticos?


- La falta de apoyo es de responsabilidad directa de la Presidenta y refleja una característica notoria y dañina en su forma de gobernar. A la hora de hacer reformas clave para el país, Bachelet manifiesta fuerte desprecio por el conocimiento especializado. En los últimos 400 años, el mundo progresó precisamente por el avance del conocimiento, su aplicación práctica y el avance en especialización. Ignorar conocimiento no es una buena fórmula para progresar en ningún área de la vida. Desde Galileo hasta ahora ha existido una tensión entre los especialistas y gente ignorante en la materia en cuestión, muchas veces alineadas con creencias populares. Bachelet es la única Presidenta en Chile en décadas que, al hacer reformas, ha desoído sistemáticamente al conocimiento especializado y ha seguido dictámenes ideológicos y de grupos de presión.


- ¿En qué se basa para hacer esa afirmación?


- Puedo enumerar varias de sus reformas, pero una manifestación clara es la pugna por la reforma laboral que usted menciona. Valdés estudió economía y fue el mejor alumno de su promoción; obtuvo un PhD en MIT, la universidad más prestigiosa del mundo en la materia; trabajó en el Fondo Monetario Internacional y durante la crisis más grave hasta ese momento en Europa, las autoridades del FMI le pidieron que se hiciera cargo de los países europeos al borde de la quiebra y, justamente, con serios problemas de desempleo. Por formación y experiencia, hay pocas personas a nivel global más calificadas que Valdés para entender el rol de la regulación laboral en una economía abierta, expuesta a shocks de commodities, financieros y tecnológicos.


Por otra parte, la ministra Rincón puede ser talentosa, con grandes conocimientos, pero esta no es su área de especialización. No estudió economía, su currículum no revela experiencia a nivel chileno ni mundial en temas de economía laboral y sus declaraciones tienden a confirmarlo. ¿A quién escuchó la Presidenta en una reforma clave como la reforma laboral? ¿Al experto a nivel mundial en el tema? Para mí esto es parte del problema central de lo que ha ocurrido con sus reformas: Bachelet no tiene respeto por el conocimiento especializado.


Expreso mi respeto por la ministra Rincón, a quien no conozco, debe tener mucho talento para haber ocupado los importantes cargos que ha tenido en varios gobiernos. Estoy seguro que hay muchas áreas en que sabe más que Valdés, pero no en ésta.

Lo más leído