Argentina reducirá a la mitad los
impuestos a la exportación de frutas y hortalizas, además de
reforzar la ganadería para obtener 100.000 toneladas adicionales de
carne de vacuna de libre colocación en otros mercados, anunció hoy
la presidenta, Cristina Fernández.
También dio a conocer cambios impositivos que benefician a miles de pequeños productores de trigo y maíz, pero no atenuó la
presión del Fisco para los de soja, como reclaman las asociaciones
agropecuarias, que reaccionaron insatisfechas en momentos en que han
reanudado sus protestas.
Este año se han reducido las exportaciones de frutas y hortalizas
en medio de las quejas de los productores por el alza de sus costes
y la presión del Fisco, que con la anunciada rebaja del 50% quedarán entre el 2,5% y el 5%, según los casos.
Fernández señaló que se construirán cinco establecimientos de
cría de ganado, de 40.000 cabezas cada uno, en tierras fiscales cuya
cesión negociará con gobernadores provinciales a quienes pidió "que
afinen el lápiz" para alcanzar un rápido acuerdo, aunque no dio
otros detalles de la inversión en este proyecto.
Dijo que esos establecimientos "deberían empezar a funcionar"
dentro de 90 a 120 días con la meta de producir 100.000 toneladas de
carne vacuna cuya exportación estará excluida de los cupos que se
fijan desde 2006 para garantizar la estabilidad de precios en el
mercado doméstico.
A comienzos de mes, la jefa del Estado había anunciado una bajada
de cinco puntos porcentuales en los impuestos a las exportaciones de
trigo y maíz a condición de una mayor producción, a razón de un
punto porcentual de rebaja por cada millón adicional de producción
de esos granos.
Fernández anunció hoy un cambio en esa política por el cual unos
21.000 pequeños y productores de trigo y otros 29.000 de maíz
"tendrán cero retención" de impuestos a la exportación en la medida
en que aumenten su producción.
Los grandes productores de trigo (unos 2.000) y maíz (unos 3.200)
pasarían a pagar tributos a la exportación del 23% y el 20%,
respectivamente, si cumplen la meta de aumentar la producción dentro
de las pautas del gobierno, que a juicio de Fernández son fáciles de
cumplir.
La producción de trigo y maíz de Argentina, uno de los mayores
exportadores mundiales de esos cereales, ha caído en la actual
campaña agrícola a causa de sequías y otros factores climáticos.
La presidenta destacó que el Estado ha desembolsado este año
US$ 1.024,4 millones en
compensaciones al sector agropecuario por las restricciones a sus
exportaciones, en especial las de lácteos y cereales.
Pero el presidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcati,
afirmó hoy que Fernández no ha satisfecho las reclamaciones del
campo, que entre marzo y junio pasados llevó a cabo cuatro huelgas
patronales en lo que constituyó el más duro conflicto que ha
afrontado la jefa del Estado en el año que lleva de gestión.