Después de dos días de silencio, el exjefe de los coordinadores de la campaña del excandidato Alejandro Guillier y presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, se trasladó ayer hasta el Congreso en Valparaíso, donde se reunió con los diputados en ejercicio y los que se integrarán a la bancada socialista a partir del próximo período legislativo y almorzó con los senadores de la colectividad.
Todo en medio de la presión que algunos sectores de la colectividad han ejercido sobre él en estos días para que realice una autocrítica respecto del resultado en la elección presidencial.
Si bien a la colectividad le fue mucho mejor de lo que se esperaba en materia parlamentaria, algo que contribuyó a bajar la tensión, el amplio triunfo de Sebastián Piñera sobre Guillier resucitó el malestar que se venía gestando por la forma en que se conformó la plantilla de candidatos al Congreso.
Así, mientras algunos pretenden pasarle la factura a Elizalde por el tema presidencial, pues es a uno de los que responsabilizan por la bajada del expresidente Ricardo Lagos; otros apuntan al timonel y a su secretario general, Andrés Santander, porque a pesar de haber obtenido un resultado superior al de sus pares del oficialismo en cuanto a parlamentarios electos, se perdieron figuras emblemáticas del PS y habría bajado la representación en la Región Metropolitana.
En este marco de silencio, el timonel fue incubando las críticas. De hecho, el primero en aludir implícitamente a Elizalde fue el propio Ricardo Lagos al señalar en una entrevista al diario El País: “No entiendo cómo el domingo pasado no hablaron los que tenían que hablar, pero esa es cuestión de cada uno”.
Esto coincidió con el hecho de que al día siguiente de la derrota, Guillier no fue acompañado por Elizalde en la conferencia de prensa que el excandidato dio para los medios nacionales y extranjeros.
Pero ayer el presidente de la Cámara de Diputados, Fidel Espinoza, uno de los defensores más duros de la candidatura del exmandatario al interior del PS, recriminó al timonel socialista al advertir que es necesario que se produzca un “mea culpa por la estrepitosa derrota presidencial”.
El diputado planteó que como partido “nos equivocamos también (…) nos farreamos la candidatura de Ricardo Lagos, que pudo haber generado una gran primaria y donde le dimos una ventaja a la derecha de tres meses. Hay muchos errores, esto no es solamente culpa del Frente Amplio, de la DC, de los evangélicos, como algunos han dicho”, argumentó apuntando al presidente de su partido.
Ayer Elizalde rompió su silencio desde Valparaíso, refiriéndose a que como PS “vamos a promover el diálogo con todos los sectores progresistas”.
Esto, con la finalidad de “construir una mayoría social y política por los cambios”, porque la “división de los progresistas es negativa para Chile”, dando cuenta del interés de la colectividad que dirige por transformarse en el articulador de la oposición.
Narváez: Bachelet "corrió cerco de lo posible"
La vocera de gobierno, Paula Narváez, señaló ayer que "sin lugar a dudas" lo ocurrido el 17 de diciembre ha sido una "derrota electoral contundente, fundamental e importante. Eso no se puede negar en ningún sentido", y añadió que "por supuesto, del punto de vista del poder político, que es un elemento fundamental de la política, claro que es una derrota".
No obstante, enfatizó que desde el plano de las ideas, "de haber tenido el coraje y abordar temas que son absolutamente necesarios para Chile (...) que históricamente parecían inabordables o imposibles de cambiar", el gobierno de la presidenta Bachelet ha sido muy exitoso.
En ese sentido, ejemplificó con importantes acciones impulsadas por la administración, como la reforma al sistema binominal, el voto de los chilenos en el extranjero, las cuotas de género para el Congreso, la despenalización de la interrupción del embarazo en tres causales y la gratuidad en la educación superior.
Finalmente, destacó que el gobierno "cambió la agenda política de Chile por al menos 10 años", y que esta administración "corrió el cerco de lo posible y fue capaz de implantar cambios fundamentales para la vida de las personas".
Afirmó que "es saludable que todos los actores políticos nos demos un espacio para la reflexión" y reconoció que fue una "derrota dolorosa", por lo que "no es al calor de la derrota, probablemente, donde aparezcan todos los elementos de análisis con la debida tranquilidad", dijo.