Un leve ajuste al alza experimentaron ayer las proyecciones que tiene el mercado financiero local sobre lo que ocurrirá con el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en lo que resta del primer trimestre del año.
Para el mes en curso, las expectativas se movieron desde un rango de 0,21% a 0,29% a uno de 0,24% a 0,31%. En el caso de marzo, el avance fue desde 0,53% a 0,56%.
De acuerdo a operadores, el cambio obedeció a la variación de 0,5% que registró el IPC en enero, que se ubicó por sobre la estimación mayoritaria de 0,3%.
Los distintos pronósticos habían incorporado la presión que derivaría de la entrada en vigencia del aumento en el impuesto de timbres y estampillas, pero hubo otros productos que se vinieron a sumar para llevar el resultado más alto, como ocurrió con el caso de los cigarrillos.
De concretarse los cálculos del mercado, la inflación podría situarse en 4,6% al término de marzo, comparado con igual mes de 2015. Es decir, se trataría de un nivel aún superior al techo del rango establecido por el Banco Central, que es de 4%, tónica que tendió a prevalecer todo el año pasado.
Precisamente, en ese contexto el instituto emisor puso término a un período de cuatro años sin alzas de tasas de interés. En octubre, llevó el tipo rector desde 3% a 3,25%, con un claro y enfático discurso antiinflacionario.
Reunión de política monetaria
Si bien el IPC de enero sorprendió al mercado, la posición predominante tras el análisis que hizo el mercado de las cifras fue que el Banco Central se inclinará en la reunión de política monetaria de mañana por una nueva mantención de la tasa de interés en 3,5%.
Las razones apuntan a la posible necesidad de la autoridad de ganar tiempo para acumular mayor información, así como a la consideración de lo transitorio que se entendieron los factores detrás de la mayor inflación, en particular el alza del impuesto de timbres y estampillas que contempló para el primer mes de 2016 la reforma tributaria.
Además, se asume que un elemento relevante, como son los combustibles, le quitarán presión al indicador dada la baja que ha observado el petróleo en el mercado internacional.
La duda, no obstante, está dada por la escalada reciente del dólar, que no es tan claro que se calme del todo considerando el deterioro más reciente de la economía internacional. El mismo traspié de las bolsas internacionales esta semana sumó un foco adicional de preocupación.
Dados los ajustes en las expectativas de IPC, en todo caso, las proyecciones sugieren que la variación de los precios internos será superior al 4% hasta mediados de año para luego ceder medio punto porcentual hacia diciembre.
