La historia del caso Caval continúa, esta vez, con la revelación de un nuevo contrato que buscaba rentabilizar aún más la compraventa de los terrenos en Machalí.
Hugo Silva, empresario que compró los terrenos en esa comuna de la VI Región, firmó un contrato privado con Mauricio Valero, socio de Natalia Compagnon, con el que ambas partes esperaban sumar como mínimo $ 1.300 millones a los $ 2.500 millones ya obtenidos por la venta de los predios Santa Elena, San Diego y Santa Cecilia.
Según se detalla en el contrato, Silva le entrega atribución exclusiva a Inmobiliaria e Inversiones FVM, de propiedad de Valero, para que éste vuelva a vender a un tercero los mismos tres predios que Silva adquiriría por $ 9.500 millones.
Según la última edición de revista Qué Pasa, la condición eso sí era venderlos dentro de un año por un monto no menor a $ 14.700 millones. Ambas partes así se iban a repartir las nuevas ganancias.
Además, en el contrato se acuerda para FVM un 26% de ganancias con la nueva venta de los terrenos. En el peor de los casos -según detalla el documento-, Valero ganaría $ 1.400 millones más en 2015.
La eventual participación de Natalia Compagnon en esta parte del negocio queda de manifiesto en la cláusula décima del documento de once páginas, en el que Silca declara expresamente que "Inmobiliaria e Inversiones FVM S.A. sólo podrá ceder el presente contrato a otra sociedad representada y controlada por Mauricio Guillermo Valero Illanes".