Industria

Las travesías del capitán del “Estampa del Viento”, entre los mares de Chiloé y el Báltico

Tras décadas de navegación, el empresario Miguel González centró su afición en los océanos en ambos extremos del mundo.Junto con sortear el complejo escenario del vino, este año da el vamos a un innovador proyecto para la industria alimentaria.

Por: Jorge Isla | Publicado: Viernes 26 de enero de 2024 a las 04:00 hrs.
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Conocido en el ámbito de los negocios por el desarrollo de la Viña Estampa y por sus empresas en el sector agroindustrial con sello innovador, el empresario Miguel González ha cultivado por décadas su gran afición por la navegación en todas las latitudes.

Esta semana encabeza la tripulación del yate “Estampa del Viento” que disputa la categoría más competitiva de la tradicional regata de Chiloé, que es uno de lugares preferidos en el mundo a estas alturas de su trayectoria náutica en el que prefiere los mares más desafiantes.

“En medio de una belleza escénica fantástica en esta época del año, navegar a vela en esta zona no es nada fácil, ya que se deben considerar las intensas corrientes -estamos cerca del golfo del Corcovado-, áreas muy difíciles con canales angostos y fuertes cambios en las intensidades del viento, lo cual hace de ésta una experiencia de máxima concentración, conocimiento y un desafío mayor para toda la tripulación”, señala.

Si bien la performance en los primeros días en el XVI Circuito Chiloé Esmax 2024, que finaliza este viernes, ha estado por debajo de sus expectativas, González valora que “hemos ido de menos a más, y esperamos recuperarnos. Tenemos un equipo de 10 tripulantes, gente joven muy dedicada”. De hecho, en la jornada de este jueves el “Estampa del Viento” se ubicó en el segundo lugar de la categoría Soto 40.

González compara los atributos de Chiloé con los océanos del norte de Europa, su otro punto favorito para navegar, como en el caso del Mar del Norte, el Mar de Barents (cercano al Ártico) y, sobre todo, el Báltico. “En el norte de Europa me siento igual de cómodo que en Chiloé o Valparaíso. Tenemos amigos daneses, alemanes, suecos que nos invitan a navegar –a veces a regatas y campeonatos -, y vamos si se dan las condiciones. Además, los buenos sistemas meteorológicos actuales permiten navegar mucho más seguros que en el pasado”, relata.

De su experiencia en esas latitudes tomó varias ideas que ha buscado plasmar en Chile. Por ejemplo, la observación de complejos náuticos que visitó en archipiélagos de Finlandia y Suecia, inspiró su idea de instalar un proyecto dedicado al turismo y la navegación en isla Renaico (archipiélago de los Chonos, en la Región de Aysén), ubicada en la confluencia de cinco ejes marítimos como el canal Moraleda, que conduce a la laguna San Rafael.

Tras dos años de planificación, González impulsó el proyecto Nautiturismo isla Renaico, desarrollado con un concepto que combinaba el abrigo y atención de embarcaciones con un área de alojamiento en 12 refugios (del tipo shelter) . “Queríamos generar un hub para navegantes y turismo, con la intención de hacerlo siempre muy bien”, explica sobre la estrategia que incluyó una Declaración de Impacto Ambiental en 2000. Sin embargo, primero la pandemia y luego la oposición de comunidades locales lo llevaron a frenar la iniciativa. “Preferimos detener todo y hoy se encuentra en statu quo, pero en algún minuto va a despertar nuevamente”, indica.

El nuevo negocio

González ha desarrollado plenamente su sello innovador en el área agroindustrial, su eje empresarial. Ese es el caso de Granotec, firma de biotecnología especializada en nutrientes e ingredientes que hoy tiene presencia en toda Latinoamérica.

Y en este ámbito, el empresario ha venido ampliando su actividad a través de IIMAS Incubadora de Innovación más Alimentos Saludables, productor de ingredientes naturales de alta calidad para la industria agroalimentaria. A partir de su infraestructura con laboratorios especializados, la firma está apostando decididamente a la elaboración de proteínas vegetales. “A partir de legumbres y cereales, esencialmente elaboramos ingredientes que permiten a la industria eliminar insumos críticos identificados en los sellos de advertencia de los alimentos”, explica.

La base es la planta ubicada en la Marchihue, Colchagua, donde actualmente trabaja con agricultores de la zona para producir legumbre orgánica. El paso siguiente es la puesta en marcha de una planta con equipamiento fabricado en Suiza, “el más moderno de Latinoamérica en esta área y que esperamos inaugurar en septiembre”, la cual permitirá concretar plenamente este proyecto iniciado hace tres años.

Si bien reconoce que en el caso de viña Estampa –activa en Paredones, Colchagua hace más de dos décadas- han logrado enfrentar el “difícil” escenario del sector gracias a que “somos muy ordenados”, González enfrenta este año con un moderado optimismo: “Ciertamente, no va a ser un año muy fantástico, pero de todas maneras será positivo. Se va avanzando poco a poco, ya que está todo muy apretado tras años de ajuste”.

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