Emisiones de bonos que prácticamente se han detenido en el mercado local reflejan, según el economista jefe de Celfin Capital, Mario Arend, la negativa sensación del mercado sobre el momento económico y el deterioro de las expectativas.
“Es una señal preocupante sobre menores perspectivas de actividad futura. Indica que se podrían estar postergando proyectos de inversión esperando un mejor escenario”, afirma.
La última colocación de deuda en bolsa anunciada en bolsa fue la de Itaú el 9 de agosto y si bien hoy Copec tiene previsto emitir bonos, no cambiaría el actual escenario de escasez.
Agrega que hoy “los inversionistas están en una situación de ‘esperar y ver’. Y junto con proyecciones macro que corregimos fuertemente a la baja (para la producción industrial esperamos -1), esto confirma que en el reciente ajuste del mercado no hubo una sobrerreacción, sino anticipación de un escenario económico más pesismista”.
Entre las razones para este frenazo, el economista dice que además del escenario volatil actual, “si la última emisión tuvo un spread alto se teme que cuando se requiera nuevo financiamiento ese spread opere como un mal precedente”, explica.
En la región
Arend añade que en los bonos corporativos latinoamericanos que se emiten en EEUU la situación se repite. “Desde el mes pasado se han paralizado, salvo América Móvil, BCP y Brasil Telecom, que encontraron una ventana para emitir a comienzos de septiembre. Pero luego los precios de esos bonos cayeron fuerte”, agrega.